MANILA, 5 octubre 2010 (BBC).- Cantar el himno nacional con ritmos alternativos o añadiendo toques personales no es algo que los legisladores en Filipinas vean con buenos ojos: trabajan para convertirlo en delito.
La cámara baja acaba de aprobar una propuesta de ley que criminaliza las interpretaciones impropias de himno nacional. El proyecto también prevé sanciones para el uso indebido de la bandera.
Si el Senado la aprueba, quien se desvíe de la versión oficial podría recibir una multa de hasta US$2.000 y hasta dos años de prisión.
Los políticos filipinos no están dispuestos a pasar por alto la aparición de un nuevo Jimmi Hendrix y la psicodelia de su guitarra. Tampoco permitirán una versión a ritmo de reagge, como hizo Serge Gainsbourg con La Marsellesa (el himno francés).
Además, cuando es interpretado en eventos públicos, todos los ciudadanos deben ponerse en pie y cantar con fervor, como muestra de respeto.
Los filipinos, tan aficionados a cantar, ahora deberán tener cuidado de afinar bien el oído cuando se trate del himno nacional.
Según Kate McGeown, corresponsal de la BBC en Filipinas, quien no corre riesgo de acabar en la cárcel es la popular Charice Pempengco, una de las más conocidas estrellas de la música pop en su país.
Las interpretaciones de Pempengco cuentan con el visto bueno del Instituto de Historia Nacional.