domingo, 12 de diciembre de 2010

Cuando un panda no es un panda

PEKÍN, 12 diciembre 2010 (Reuters).- Especialistas del Centro de investigación y conservación Hetaoping en el oeste chino han decidido vestirse de pandas para preparar a cachorros de esta especie para su regreso a la vida salvaje.

Su principal meta es mantener al mínimo el contacto de los animalitos con los humanos, así tienen más chance de sobrevivir en el bosque.

En vez de tratarlos como tesoros, los panditas son criados por sus verdaderas madres en tierras protegidas y son monitoreados con cámaras por los cuidadores. Si necesitan medicina o algún chequeo, los cuidadores se ponen sus trajes de panda y se acercan a los animales.

Éxito en el exterior

En el 2006, como reporta el diario inglés Daily Mail, un macho de cinco años fue devuelto a la naturaleza luego de pasar tres años con especialistas que le enseñaban habilidades de superviviencia como buscar su comida o marcar su territorio.

El panda demostró una adaptación buena, pero luego murió en una lucha con un grupo de pandas salvajes.

Solo quedan 2500 pandas en China y por ello los conservacionistas están desesperados en no arriesgarlos.

Fotografías: Reuters