domingo, 12 de diciembre de 2010

Le roban un violín valorado en 1,3 millones de euros mientras pedía un 'sandwich'

LONDRES, 12 diciembre 2010 (Noticias de Alava).- El almuerzo le salió caro a una violinista coreana afincada en Londres. La chica estaba en la estación de Euston y se sintió hambrienta, por lo que entró a un café para saciar sus ansias con un buen sandwich. Sin embargo, mientras degustaba el manjar, alguien le robó el estuche dónde llevaba su violín. Para más mala suerte, no era un violín común, sino que era una pieza completamente única, un Antonio Stradivarius del año 1696.

El instrumento está valorado en más de 1,3 millones de euros y tiene unos 300 años de antigüedad, según ha contado la Policía que lleva el caso. Cuando la joven, de nombre Min-Jin Kym, se percató del robo se le atragantó el maldito sandwich que la había obligado a separarse de su estuche preciado tan solo unos segundos. Ahora, la Policía londinense ofrece 18.000 euros a la persona que pueda dar una pista fiable sobre el posible paradero del violín.

El Detective Inspector Andy Rose, de la policía británica, explicó que un artículo tan valioso, raro y distintivo no será fácil de vender.

La bella ejecutante de 32 años, oriunda de Corea del Sur, ni siquiera es dueña legal del instrumento. En casos como éste, donde el violín es una pieza invaluable del patrimonio humano, son instituciones culturales las que se lo prestan a músicos dotados por tiempo indeterminado.







Roban sin dejar pistas un violín Stradivarius en Londres

LONDRES, 17 diciembre 2010 (Notimex).- La Policía del Transporte Británica informó en la página web hoyesrate.com, el pasado día ocho de este mes, del robo de un violín fabricado en 1696 por el afamado luthier italiano Antonio Stradivarius, fallecido el 18 de diciembre de 1737, y valuado en 1.9 millones de euros.
El pasado 29 de noviembre, la violinista surcoreana de 32 años de edad, Min-Jin Kym propietaria del instrumento, entró en un restaurante de comida rápida del centro de Londres, en las inmediaciones de la estación de tren Euston, donde se lo robaron sin que se diese cuenta del delito, hasta después de abandonar el local.
La policía ha lanzado un llamamiento público para encontrar el violín y su aseguradora, Lark Insurance Broking Group, ofreció una recompensa de 18 mil euros por cualquier información que conduzca a su recuperación.
De los más de mil instrumentos que fabricó Stradivarius sólo quedan poco más de 500 en la actualidad; sin embargo, muchos luthiers posteriores a él firmaron Stradivari en el interior de sus instrumentos.
Un Stradivarius auténtico se distingue por sus finísimos acabados, madera de extrema belleza tornasolada y la etiqueta que cita el año y el lugar donde fueron construidos: "Antonius Stradivarius Cremonensis Faciebat anno..."
Antonio Stradivarius, quien por la genialidad y perfección con la que diseñó sus violines, inigualables hasta la fecha, constituye la cumbre absoluta de la laudería y dejó un legado fascinante al mundo.
El laudero nació en Cremona, Italia, en 1644, desde pequeño le fascinaban los violines y soñó con ser un gran músico, sin embargo sus dedos no tenían la destreza necesaria, por lo que la gente decía:
"Tiene oído de músico y unas manos de tallador de madera".
De esta manera, a los 14 años de edad inició su aprendizaje con el reconocido luthier Nicolás Amati, con trabajos ordinarios de reparación y mandados hacer, y apenas a los 17 años de edad fabricó su primer violín.
Stradivarius resumió en su aprendizaje la maestría de la laudería que Europa había venido desarrollando desde el siglo XVII, y que alcanzó su máximo esplendor con Amati, Stradivarius y Guarnerius, los insuperables cremonenses, cuyas manos construyeron los mejores instrumentos de cuerda de la historia.
Sin embargo, aunque los instrumentos de Amati y Guarnerius eran ya perfectos, no alcanzaron la genialidad de Stradivarius, el más apreciado "fabricante de armonías" de todos los tiempos.
Cuando tenía 20 años de edad, Antonio se casó con la viuda Francisca Ferraboschi, con quien tuvo cinco hijos, lo cual es uno de los pocos sucesos biográficos registrados del artista.
De todas partes de Italia llegaban al taller decenas de pedidos al taller de Amati, quien una vez terminado el instrumento le ponía su etiqueta en el interior de la caja, hasta que en 1670, apareció "Antonio Stradivarius de Cremona" seguido de la fecha de elaboración.
Stradivarius perfeccionó la elegancia de la forma, variando las dimensiones de los instrumentos hasta 1700. Alcanzó una perfección que ha sido motivo de minucioso examen y estudio, particularmente en lo que atañe al fenómeno de la sonoridad.
Entre 1700 y 1725 construyó sus más preciados violines, y se calcula que construía alrededor de 13 al año. De acuerdo con especialistas y biógrafos del laudero, existen poco menos de 500 de estos instrumentos Stradivarius genuinos.
A los 36 años de edad se independizó y apenas cuatro años después ya era famoso por sus obras, lo que motivó a que entre la gente más culta de Europa surgiera una auténtica pasión por adquirir sus instrumentos.
Incluso, uno de los regalos más gratos que un príncipe o un monarca podía recibir era, precisamente, un auténtico Stradivarius.
A su taller llegaban enviados de los monarcas de toda Europa a encargarle la construcción de instrumentos, entre los que sobresalen los reyes de Inglaterra, de España, Carlos II, y de Polonia, Augusto, el duque de Toscana y Cosme III de Médici, entre muchos otros.
Además de sus apreciables violines, Stradivarius, también fabricó otros instrumentos de cuerda, como violas, violonchelos, arpas, laúdes, mandolinas y guitarras, todos ostentando la reconocida etiqueta con su respectiva leyenda.
Su primera esposa falleció a los 54 años de edad y al año siguiente se volvió a casar, ahora con Antonia María Zambelli, con quien procreó seis hijos más.
Con una familia tan numerosa, tuvo que dedicarse al mismo tiempo al comercio de bienes inmuebles y a otros negocios.
Antonio Stradivarius firmó su último violín a los 92 años de edad, antes de morir el 18 de diciembre de 1737, dejando un legado de alrededor de mil 100 instrumentos. Sus herederos y continuadores de su obra fueron sus hijos Francesco y Omobono, quienes siempre trabajaron junto a él.
Hay diversas hipótesis para explicar la superioridad acústica de los violines Stradivarius, siendo la más popular el uso de un barniz mágico, cuya fórmula se perdió tras la muerte del artesano.
Se dice que la escribió en una página de la Biblia familiar, que fue destruida por uno de sus descendientes para que el secreto no cayera en manos de extraños. Otras refieren que la fórmula mágica radica en el mimo en el secado de la madera.
En los últimos 150 años, numerosos científicos han intentado explicarla en encontradas opiniones y a 273 años de su muerte sigue guardando su secreto, mientras que sus violines son atesorados por los mejores violinistas del mundo y cambian de manos sólo por cifras millonarias.