KERMIT, 14 enero 2011 (AP) — La pajarera donde vivía Blue Prince está desierta: la paloma se ha ido para siempre.
A razón de 156.000 euros (205.000 dólares) por medio kilo de plumas y una gran velocidad, Blue Prince pasará a una vida de mimos y reproducción en China, últimamente uno de los destinos de preferencia de las aves más veloces.
En un mes, las subastas de palomas de carrera belgas han impuesto sucesivamente nuevas marcas, confirmando que Bélgica sigue siendo la capital mundial de la crianza de esas aves y China es el nuevo centro de la demanda global.
"Quieren obtener las mejores palomas, poseerlas, reproducirlas", dijo Stefan Roosen, después que compradores chinos impulsaron la venta de la colonia de 218 aves de su difunto padre, Pros, a un récord mundial de casi 1,4 millones de euros (1,8 millones de dólares) el fin de semana pasado.
En general, las aves compradas en Bélgica no compiten en China —perderlas sería demasiado caro_, pero su progenie sí lo hace.
En la colombofilia europea, las aves son llevadas a 1.000 kilómetros de sus nidos y se las suelta. La primera en volver es la ganadora.
Con las subastas recientes, la conexión Bélgica-China pone de manifiesto el pasado de esta afición, así como su futuro.
Desde sus orígenes humildes como afición de obreros en Bélgica y Europa occidental, la carrera de palomas se extendió al mundo y ha adquirido gran prestigio en la China actual, que pudo evitar lo peor de la crisis financiera global.
"Junto con el crecimiento económico de China, del mercado chino, hay mucho interés", dijo Yi Minna, jefa de operaciones de la subastadora PiPa, que organizó la venta de las palomas de Roosen. En la nueva clase de chinos con dinero hay mucho interés en los vinos finos, autos de lujo y "colecciones de caballos, perros y palomas", dijo Yi.
Las palomas, añadió, tienen una gran ventaja: "Una botella de vino es una botella. Una buena paloma tendrá hijos y nietos".
En un mes, las subastas de palomas de carrera belgas han impuesto sucesivamente nuevas marcas, confirmando que Bélgica sigue siendo la capital mundial de la crianza de esas aves y China es el nuevo centro de la demanda global.
"Quieren obtener las mejores palomas, poseerlas, reproducirlas", dijo Stefan Roosen, después que compradores chinos impulsaron la venta de la colonia de 218 aves de su difunto padre, Pros, a un récord mundial de casi 1,4 millones de euros (1,8 millones de dólares) el fin de semana pasado.
En general, las aves compradas en Bélgica no compiten en China —perderlas sería demasiado caro_, pero su progenie sí lo hace.
En la colombofilia europea, las aves son llevadas a 1.000 kilómetros de sus nidos y se las suelta. La primera en volver es la ganadora.
Con las subastas recientes, la conexión Bélgica-China pone de manifiesto el pasado de esta afición, así como su futuro.
Desde sus orígenes humildes como afición de obreros en Bélgica y Europa occidental, la carrera de palomas se extendió al mundo y ha adquirido gran prestigio en la China actual, que pudo evitar lo peor de la crisis financiera global.
"Junto con el crecimiento económico de China, del mercado chino, hay mucho interés", dijo Yi Minna, jefa de operaciones de la subastadora PiPa, que organizó la venta de las palomas de Roosen. En la nueva clase de chinos con dinero hay mucho interés en los vinos finos, autos de lujo y "colecciones de caballos, perros y palomas", dijo Yi.
Las palomas, añadió, tienen una gran ventaja: "Una botella de vino es una botella. Una buena paloma tendrá hijos y nietos".
Foto: En esta foto del 12 de enero de 2011, Yi Minna, jefa de operaciones de la subastadora de palomas PiPa, contempla las palomas en Pigeon Paradise en Knesselare, Bélgica. En un mes, dos subastas de palomas de carrera belgas han superado records, confirmando que Bélgica sigue siendo la capital mundial de la crianza de palomas de carrera y China es el nuevo centro de consumo. (AP Foto/Geert Vanden Wijngaert)