LAS VEGAS, 14 enero 2011 (El Nuevo Día).- Pocos pueden imaginarse a una reina de belleza sin su abundante cabellera bajo la corona. Pero Kayla Martell, de 22 años y paciente de alopecia, rompió ese estereotipo al convertirse en Miss Delaware, en junio pasado.
Mañana, la beldad de ojos azules espera repetir la historia en el certamen Miss América, donde figura como una de las candidatas favoritas.
La bella joven contó a CBS que desde niña soñaba con ser representante de la belleza, y que comenzó desde temprana edad sufrir este padecimiento que le ha causado la pérdida de todo su cabello.
"Había momentos en los que dudaba, pero entendí que era necesario subirme al escenario de Miss América para servir de ejemplo a otras personas y lo logré”, sostuvo.
Martell, según divulga PeopleenEspañol.com, explicó que fue una niña de 10 años, también paciente de alopecia, quien la motivó.
“Tres veces competí con peluca y dos veces sin peluca, pero la última vez gané porque entendí que más allá que mi cabello, de lo que se trataba era de representar quien era yo realmente", sostuvo.
Explicó, por otra parte, que enfrentar la pérdida de su cabello no fue tan difícil para ella, como para otras jóvenes.
“Empecé a perder mi cabello cuando tenía diez años pero gracias a mi familia y los amigos que me rodearon siempre tuve mucha confianza en mí misma y entendí que estoy sana y estoy bien, lo único es que no tengo cabello”, comentó.
“Creo que soy una mejor persona por la fe que he tenido. No me da miedo salir sin peluca por ninguna razón”, añadió.