BUCAREST, 6 enero 2011 (BBC).- Todo el mundo maldice al recaudador de impuestos, pero en Rumania esto ocurre literalmente: un grupo de brujas amenaza con lanzar maleficios, excrementos de gatos y perros muertos, en una reunión de protesta prevista para este jueves contra el gobierno.
El motivo es la medida anunciada recientemente en la que se les obliga a pagar impuestos.
La ley entró en vigor el pasado 1 de enero y supone que algunas profesiones como los astrólogos, las brujas, los adivinadores de fortunas y otras como los embalsamadores, que no estaban incluidas en el anterior código laboral, pasarán a ser clasificadas como profesionales autónomos y, por tanto, deberán pagar impuestos.
El gobierno rumano intenta así limitar la evasión fiscal.
Las brujas, según denominación que ellas mismas utilizan, están furiosas ante la medida, que les forzará a dedicar un 16% de sus ingresos a pagos de pensiones y del sistema de seguridad social, como cualquier otra profesión reconocida por el Estado.
País supersticioso
En un país donde la superstición está totalmente extendida, hasta el punto que se dice que miembros del propio gobierno llevan ropa de color morado en días clave para ahuyentar los malos espíritus, la amenaza de las brujas no puede tomarse a la ligera.
Según explica el correponsal de la BBC en Europa central, Nick Thorpe, la mayoría de los rumanos se proclaman ortodoxos cristianos, pero en el país hay también una fuerte tradición de creencias ocultas, que actualmente vive un momento de renacimiento debido a la sobre exposición de estos temas que se produce en la televisión e internet.
El hechizo de las brujas contra el gobierno tendrá lugar en un lugar no revelado a los pies del Río Danubio.
Se espera que se congreguen al menos unas doce brujas, según informa Thorpe. El maleficio consistirá en lanzar mandrágora envenenada, una planta que tiene una raíz que a menudo se asemeja a un ser humano, al gran río europeo. Además, se lanzarán encantamientos especiales dedicados contra los políticos responsables de la medida.
Alisia, una de las docenas de brujas que piensa acudir a la manifestación dice que el maleficio de la mandrágora le traerá cosas malas al presidente de Rumania, Traian Basescu, y su gobierno.
Alisia, que se identifica con un sólo nombre, como es tradición entre las brujas, afirma, además, que sus ingresos son tan bajos que la idea de someterlos a impuestos es "estúpida".
"Los que hacen las leyes no se incluyen, no se ve cuánto hacen ellos, sus trucos", declaró Alisia a la agencia Associated Press. "Ellos roban y luego vienen a nosotros para que pongamos maleficios contra sus enemigos".
"Yo hago hechizos para lo bueno y para lo malo. Puedes verlo en televisión, no tengo miedo. No temo ni siquiera al presidente del país y si tiene algo personal contra mí, se lo mostraré", afirma a la misma agencia Bratara Buzea, considerada la bruja reina, que fue encarcelada durante el régimen comunista de Nicolás Ceausescu por brujería.
Aunque también hay algunas otras brujas que ven en todo esto algo positivo. "Significa que nuestro talento mágico está reconocido y puedo abrir mi propia consulta", afirma Mihaela Minca.
Fotos: Cartas de tarot / Ilustración de la planta de Mandrágora (Agencias)
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