SAO PAULO, 23 febrero 2011 (AP) — Una vez que bajaron las aguas que inundaron su hogar, una brasileña se sorprendió al encontrar a un huésped nada grato: un caimán de 1,5 metros (cinco pies) de largo, recostado dócilmente en la sala mientras que su hijo de 3 años acariciaba la cabeza del reptil.
Aparentemente, el animal fue arrastrado por las aguas hacia el interior de la casa el lunes por la noche, dijo Luiz Claudio Farias, un capitán del cuerpo de bomberos de la ciudad de Parauapebas, en la región centro-norte del país.
Cuando la mujer llegó para limpiar su hogar al día siguiente, se encontró a su hijo, quien jugaba con algo detrás del sillón, dijo Farias. Ese "algo" resultó ser un caimán.
"Ella alejó de inmediato al menor y nos llamó", agregó.
Farias dijo que fue cuestión de suerte que el reptil aparentemente no estaba de humor como para comer. "De haber tenido hambre, podría haber herido de gravedad o incluso matado al niño", señaló.
Elementos del Departamento de Bomberos capturaron al caimán y lo llevaron a una reserva de conservación ambiental cercana, donde lo liberaron.
"Las ciudades en esta zona fueron construidas muy cerca de ríos y bosques tropicales, por lo que no resulta extraño ver animales como caimanes y serpientes ingresar en los hogares", explicó Farias, quien se negó a identificar a la mujer o al menor.
Cuando la mujer llegó para limpiar su hogar al día siguiente, se encontró a su hijo, quien jugaba con algo detrás del sillón, dijo Farias. Ese "algo" resultó ser un caimán.
"Ella alejó de inmediato al menor y nos llamó", agregó.
Farias dijo que fue cuestión de suerte que el reptil aparentemente no estaba de humor como para comer. "De haber tenido hambre, podría haber herido de gravedad o incluso matado al niño", señaló.
Elementos del Departamento de Bomberos capturaron al caimán y lo llevaron a una reserva de conservación ambiental cercana, donde lo liberaron.
"Las ciudades en esta zona fueron construidas muy cerca de ríos y bosques tropicales, por lo que no resulta extraño ver animales como caimanes y serpientes ingresar en los hogares", explicó Farias, quien se negó a identificar a la mujer o al menor.