martes, 15 de marzo de 2011

¿Cuánto tiempo tardaría en viajar la nube tóxica a Estados Unidos y México?



CIUDAD DE MÉXICO, 15 de marzo 2011 (CNN/Excelsior).- Ante el dramático escenario que se perfila en Japón, el mundo se formula una pregunta: ¿Cómo afectarían al planeta los efectos de los vapores radiactivos?

Si bien la Organización Meteorológica Mundial (OMM) indicó que los vientos estaban alejando hacia el mar la amenaza de radiactividad, sin que ello tuviera "implicaciones" para otros países, una infografía muestra el tiempo que demoraría en viajar la radiactividad en condiciones climáticas normales.

De acuerdo con el director del laboratorio de física nuclear de la Universidad Simón Bolívar de Venezuela, Haydn Barros, en diálogo con Radio Cadena Nacional desde Caracas, explicó que la fuga radioactiva que se generó en Japón después de varias explosiones se quedará en la atmósfera y se desplazará hacia el Este, es decir que llegará hasta las costas de Estados Unidos en una semana.

"La fuga radioactiva sale al momento de la explosión y se esparce en la atmósfera. En unos días y en unas semanas veremos los reportes de Estados Unidos, si ha llegado o no la onda radioactiva a las costas norteamericanas. De hecho van a llegar y lo medirán; en ese momento tendremos una mejor magnitud del evento, por que los vientos van para allá", señaló Barros.

Dicha información es respaldada también por la agencia Stratford, que ha valorado los informes metereológicos, explicando que "teniendo en cuenta que Fukushima está a unos 65 kilómetros al noroeste de Okuma, la dirección del viento indica que las potenciales consecuencias radiactivas podrían viajar hacia el mar.

La Agencia Meteorológica de Japón toma en cuenta que hay una cadena montañosa entre Fukushima y Okuma, en el Océano Pacífico. El viento en Onahama, unos 56 kilómetros al sur de Okuma y también en la costa, está soplando a 2 metros por segundo con dirección hacia el norte.

Esto indicaría que los vientos en la costa se están moviendo hacia el norte, por lo que llegarían a Tokio, que está a 240 kilómetros al sur de Okuma.

Temor ante la toxicidad

Por ejemplo, en Estados Unidos comenzaron a escasear las tabletas de yodo después de que numerosos ciudadanos preocupados las compraran de forma masiva para protegerse de las posibles consecuencias de los accidentes en reactores nucleares en Japón, informa en su edición de hoy el "Wall Street Journal".

De acuerdo con el rotativo, la demanda es tan elevada en la actualidad que algunas pastillas de yodo ya se han agotado. Y eso que las autoridades de control nuclear llamaron el lunes a la calma asegurando que es "muy poco probable" que llegue radiación nociva de Japón a Hawai o a territorio estadounidense.

El Departamento de Sanidad en California advirtió a su vez de que el medicamento puede provocar reacciones alérgicas y que por ello no deber ser ingerido sin motivo ni receta.

Los productos del principal fabricante Anbex Inc. son, según el "Wall Street Journal", se han agotado después de vender más de 10 mil paquetes de pastillas el sábado pasado.
También otras farmacéuticas se están quedando sin tabletas de yodo.

"Quienes no consiguen pastillas de yodo, se echan a llorar. Las personas tienen miedo", citó el periódico al presidente de Anbex, Alan Morris.

Mientras tanto, ante la crisis atómica en Japón, los funcionarios responsables del sector energético en Europa decidieron el martes aplicar pruebas de resistencia en plantas nucleares y Alemania determinó apagar siete reactores viejos, incluido uno de manera permanente.

El comisario de energía de la Unión Europea pugnó por una nueva valoración de la política energética en los 27 países del bloque, y abrió la interrogante sobre el papel que en el futuro ha de tener la generación eléctrica en plantas nucleares.

"Tenemos que preguntarnos: ¿Podemos garantizar en Europa, al paso del tiempo, nuestras necesidades de energía sin plantas nucleares de electricidad?", cuestionó el comisario de energía de la unión, Guenther Oettinger, en declaraciones a la televisora alemana ARD.

Los más de 100 ministros de energía, reguladores nucleares y directivos empresariales que se reunieron en Bruselas llegaron a un "acuerdo general" sobre la necesidad de realizar pruebas de resistencia para verificar si los 143 reactores nucleares de la UE pueden soportar terremotos y otro tipo de emergencias, indicó Oettinger.

Japón busca afanosamente la manera de evitar que se complique la situación en la planta nuclear de Fukushima Dai-ichi por el terremoto y tsunami del viernes que causaron la peor crisis atómica en el país desde las bombas nucleares en Hiroshima y Nagasaki en 1945.





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