MONTECARLO, 12 julio 2011 (Hola!).- Hasta el próximo 11 de noviembre, el Museo Oceanográfico de Mónaco alberga una exposición sobre la boda real en la que se puede contemplar la tiara Océan de los joyeros Van Cleef et Arpels.
La princesa Charlene apostó por la sencillez el día de su boda. No llevó tiara, ni pendientes, ni pulseras… Únicamente adornó su pelo con el broche floral de diamantes del siglo XIX que le prestó su cuñada, Carolina de Mónaco. Puede parecer extraño que una princesa no lleve tiara, pero en la dinastía Grimaldi es algo bastante común. La princesa Gracia lució un bonito tocado realizado en seda y bordado con semillas de perlas, palomas y flores de naranjo y la princesa Carolina llevó en la fiesta previa a su enlace con Phillipe Junot la tiara Van Cleef et Arpels que Raniero III encargó a los joyeros para sorprender a su esposa.
Charlene de Mónaco, al contrario que otras princesas europeas, no ha heredado ninguna joya de la familia Grimaldi. Cuando falleció la madre de Raniero III, Carlota Grimaldi, fue su nieta Carolina quien las heredó, por eso la princesa Gracia nunca ha lucido sus tiaras. Las joyas que posee la princesa Charlene son regalos de su esposo, Alberto de Mónaco, son joyas creadas expresamente para ella.
Hasta el próximo 11 de noviembre, el Museo Oceanográfico de Mónaco alberga una exposición sobre la boda de los príncipes Alberto y Charlene en la que se pueden contemplar, además del collar-tiara de los joyeros Van Cleef et Arpels, el vestido de novia, una preciosa creación del diseñador italiano Giorgio Armani.
Bordados de hilo en color plata y 130 metros de seda también fueron utilizados para el vestido nupcial que, al parecer, ocupó 2.500 horas de trabajo en los talleres de Armani. Para el velo, 20 metros de tul, también en color marfil y 100 horas dándole a la aguja y el hilo.
A su lado, su recién casado Alberto, vistió su uniforme de verano, todo en blanco, de la compañía de los carabineros. Pues bien, ahora ambos atuendos se exponen en La Historia de la Boda del Príncipe, en el Museo Oceanográfico de Mónaco desde el 9 de julio hasta noviembre de 2011.
Además, allí mismo también se podrá ver de cerca la tiara que Alberto II de Mónaco regaló a su ya esposa realizada en diamantes y zafiros, así como el Mercedes que recorrió la ciudad con los recién casados. También se exhiben fotografías inéditas de los grandes días de la pareja, la ceremonia civil y la religiosa.
Fotos: Objetos en la exposión sobre la boda real - Broche floral de diamantes del siglo XIX prestado por Carolina de Mónaco a Charlene para la boda / Tiara-Collar Océan de Van Cleef et Arpels en sus dos modalidades/ Tiara de Lorenz Baümer / Anillo de compromiso que dio Alberto a Charlene / Los trajes usados en la boda religiosa / El auto ecológico que usaron para transportase (Agencias)