ESTOCOLMO, 9 septiembre 2011 (BBC).- El dueño de una casa, en el sur de Suecia, se llevó un susto cuando encontró en el jardín vecino un alce borracho atrapado en un manzano.
El alce, al parecer, andaba detrás de las manzanas fermentadas cuando perdió el equilibrio y quedó atrapado en el árbol.Per Johansson, de Saro, cerca de Gotenburgo, encontró al alce emitiendo toda clase de ruidos.
Johansson llamó a los servicios de emergencia, los que lo ayudaron a bajar a la bestia borracha después de cortar algunos ganchos.
El alce pasó la noche recuperándose de la resaca en el jardín.
En Suecia, un alce ebrio quedó atrapado entre las ramas de un árbol
ESTOCOLMO, 9 septiembre 2011 (CNN) — Era una noche oscura, con ráfagas de viento y lluvia. Per Johansson regresaba del trabajo en la localidad de Saro, al sur de Gothenburg, en Suecia.
"Estaba lloviendo muy fuerte. A lo lejos escuché que alguien gritaba con una voz muy aguda", dijo Johansson a CNN. "Al principio, me pregunte si no serían mis escandalosos vecinos, pero al escucharlo de nuevo decidí ir a investigar. Vi algo realmente grande en un árbol del patio de mi vecino y resultó ser un alce. Estaba borracho luego de haber comido varias manzanas fermentadas, y mientas buscaba más fruta seguro resbaló y quedó atorado".Johansson llamó al departamento de rescate, que llegó con un camión y un jeep con un torno.
"Recibimos la alarma a las 21:59 horas (local) del 6 de septiembre, de que un alce se había atorado en un árbol", dijo Anders Gardhagen, vocero del Servicio de Bomberos y Rescate de Gothenburg. "Cuando llegamos, usamos el torno para derribar el árbol para que el alce pudiera bajar por sí mismo. Una vez libre, cayó al suelo y se quedó dormido. Así que lo dejamos descansar y regresamos a nuestro trabajo", Gardhagen dijo a CNN.
"Los alces regularmente son atraídos por los árboles de manzanas, y durante el otoño, cuando las manzanas ya han caído, tenemos varios casos como este, de intoxicación. Estas manzanas, que se fermentan en su estómago, no son parte de su dieta regular, por lo que se pueden poner muy agresivos cuando están ebrios", explicó Gardhagen.
El hijo de Johansson, Gustav, quien va a cumplir 11 años, tomó las fotos necesarias. "Está ahorrando para comprar un PlayStation, así que pensó que podría vender algunas de estas fotos", añadió Johansson.A la mañana siguiente de haber sido liberado del árbol, el alce aún permanecía ahí.
"Cuando salí a recoger el periódico, todavía estaba acostado en el suelo, dormido. Al momento de irme al trabajo lo vi caminando, aunque todavía le temblaban las piernas".
"Hoy el alce volvió y dio algunas vueltas por el patio. Creo que le gusta el lugar".
Fotos: Agencias
