SAN DIEGO, 8 septiembre 2011 (El Día).- Eran las 12.30 del mediodía en el drugstore "Rancho Penasquitos" cuando un joven disfrazado de Gumby (Gomosito) entró agitando sus brazos en forma de saludo.
Una vez dentro, se acercó al mostrador gritándole al empleado "¡esto es un asalto!"
Dado lo extraño de la situación, el dependiente le respondió -carcajada mediante- que tenía que seguir limpiando.
No contento con el resultado, el delincuente arremetió nuevamente, esta vez buscando un arma dentro de los bolsillos "gomosos", y tras algunos intentos infructuosos desistió de cometer el ilícito.
Claro que, antes de marcharse a la calle donde lo esperaba una minivan, Gomosito arrojó unos 26 centavos al piso del negocio, en un acto de generosidad inexplicable