domingo, 5 de octubre de 2008

El hombre más pesado del mundo ayuda a otro obeso en México

MONTERREY, 5 octubre 2008 (AP).- Cuando pidió auxilio para perder parte del sobrepeso que lo había postrado en una cama, José Luis Garza recibió ayuda de una fuente inesperada: el hombre más obeso del mundo.

Garza está recibiendo consejos de dieta de Manuel Uribe, otro mexicano, que ha librado una larga lucha para perder su título del hombre más pesado del planeta.

Ambos viven en Monterrey, en el norte de México. Ninguno puede levantarse de la cama.

Aunque Garza no se ha subido a una báscula en años, los médicos estiman que pesa unos 450 kilogramos (992 libras). Luego de aparecer en la televisión nacional, pidiendo ayuda, recibió una llamada de Uribe.

"Manuel me inspira en el sentido del valor y las ganas de vivir que me ha dado", dijo Garza a The Associated Press. "Entiendo que es una situación de vida o muerte y tengo que seguir las instrucciones que me dan".

Este año, el Libro Guiness de los Récords Mundiales declaró que Uribe, quien llegó a pesar 560 kilos (1.230 libras) en el 2006, era el hombre con mayor peso corporal en el mundo.

"No me interesa tener el récord, al contrario", dijo Garza.

Uribe, de 43 años, ha perdido desde entonces 250 kilos (550 libras), con ayuda de su novia Claudia Solís, con quien contraerá nupcias el 26 de octubre.

El viernes por la noche, Uribe le pidió a Solís que acudiera a la casa de Garza con kiwis, toronjas y peras, además de unos complementos proteínicos que a él le recomendaron sus médicos dietistas. Agregó que ayudaría además a Garza a obtener una cama sobre ruedas, similar a la que Uribe tiene.

"Ya hablé con él y tengo muchas ganas de echarle la mano y darle el beneficio de mis propias experiencias", agregó Uribe a la AP.

Garza, quien trabajaba como cocinero en un salón de bolos, ha dicho que siempre ha sido obeso, y lo atribuyó a una dieta basada en golosinas y tacos.

Sin embargo, relató que su condición empeoró drásticamente hace nueve meses, cuando sus dos padres murieron en un intervalo de apenas 13 días, por lo que quedó solo en su casa y cayó en una profunda depresión, en la que comió compulsivamente.

Agregó que no ha podido levantarse de la cama en cuatro meses. Una de sus hermanas ha tenido que mudarse a la vivienda para cuidarlo.