miércoles, 28 de enero de 2009

Un chef colombiano vivió 50 días en un aeropuerto de Milán

BOGOTÁ, 27 enero 2009 (UPI).- Óscar Velasco Garay llevaba 24 de sus 56 años trabajando para la compañía de cruceros Costa Crociere cuando tras sufrir un desmayo, lo abandonaron allí.

Velasco no quiso abordar un vuelo que lo llevaría, tras una escala en París, a Bogotá. Estaba amnésico. Su maleta llegó a la capital colombiana el 3 de diciembre, pero Velasco, quien se desempeñaba como primer cocinero en uno de los cruceros de la compañía, no. Esto sumió en la incertidumbre a su familia.

Lo que se sabe es que el chef colombiano durante todo diciembre y los primeros 21 días de enero deambuló por el aeropuerto de Malpensa y como le dijo a El Tiempo el cónsul de Colombia en Milán, Germán Manga, "Velasco se volvió parte del paisaje del terminal aéreo y nadie indagó porque estaba viviendo allí".
El 21 de enero la policía aeroportuaria, en vista del estado de abandono de Velasco, decidió llevarlo a un centro de salud en Zona Lombarda e informar al consulado colombiano, aunque luego fue llevado al hospital Gallarate en Milán en donde le hicieron exámenes para determinar el supuesto daño cerebral del colombiano.
Sin embargo, según dictámenes que le fueron entregados al diplomático, Velasco no tiene daño cerebral y en cambio sí está en un avanzado estado de desnutrición y se recupera de la deshidratación y la falta de descanso.
Germán Manga dijo que una vez fue informado de la situación del compatriota se encargó de asistirlo y ayudarle y aunque Velasco habla perfecto italiano, en los primeros días de recuperación se mostró retraído y poco hablaba.
La ‘dieta’
El chef marinero le contó al diplomático que todos los días se alimentaba con un capuchino y un croissant que pagaba de su propio bolsillo.
Como dato curioso, Velasco siempre portó su billetera con documentos y el sábado en presencia del personal médico del hospital se contaron 2.200 euros (cerca de 6,6 millones de pesos) que llevaba consigo.
Por lo pronto, Manga solicitó un informe a la compañía Costa Crociere acerca de las condiciones en las que dejaron a su empleado colombiano en Malpensa, así como su situación laboral, que pudo haber desencadenado su frustración y la resistencia a regresar a Colombia.
Así mismo, una abogada al servicio del consulado recoge información para que la familia de Velasco evalúe si decide interponer una demanda contra la empresa de cruceros, la aerolínea o el aeropuerto de Malpensa.
Velasco se recupera en el hospital milanés y en cuanto los médicos consideren que puede viajar, la embajada en Roma y el consulado en Milán coordinarán con su familia el regreso a Colombia.