Las cartas van dirigidas a la galesa Janet Jenkins, que trabajó como recepcionista en el consulado británico en la ciudad canadiense de Montreal, que es quien las ha vendido ahora, informa el diario The Daily Telegraph.
En una de ellas, el heredero del trono propone a su amante reunirse en secreto y explica que si se vieran en el apartamento de ella, la prensa no tardaría en llegar.
En otra misiva de 1980 que ocupa siete cuartillas y lleva el membrete del Castillo de Windsor, Carlos escribe: "A mi secretario particular le horroriza la idea de que me visiten mujeres en el hotel durante mis visitas al extranjero".
Y agrega: "Creo que tendré que casarme cuanto antes para que esta gente se tranquilice un poco. Creo que la mejor solución es casarme con una muchacha de cada uno de los países miembros de la Commonwealth".
El primogénito de Isabel II, actualmente casado en segundas nupcias con Camilla Parker-Bowles, comenta en otra de las cartas a propósito del matrimonio: "Cometer un error de ese tipo, francamente, es algo que me preocupa muchísimo".
