BRUSELAS, 8 junio 2009 (BBC).- Para hacer frente a los enormes problemas que está causando la sobrepoblación de sus prisiones, Bélgica espera rentarle a Holanda celdas desocupadas de sus centros penitenciarios.
Según informó al parlamento belga el Ministro de Justicia, Stefaan De Clerck, sus vecinos holandeses están dispuestos a asistirlos. Después de todo Holanda espera cerrar ocho prisiones por falta de reclusos.
En principio, las partes han pactado transferir a 500 detenidos belgas a la prisión de la ciudad de Tilburg, situada en el sur de Holanda, cerca de la frontera con Bélgica.
La cárcel de Tilburg, actualmente con 681 presos, sería desalojada, y la dirección pasaría a manos de Bélgica, pero los empleados seguirían siendo holandeses.
En principio, los presos llegarían en 2010 y, por lo menos el contrato de renta duraría hasta 2012. "Sólo nos queda trabajar en los detalles", reconoció Nebahat Albayrak, secretaria de Estado para Justicia de los Países Bajos.
"Nuestro ministro de Justicia está desesperado porque nos estamos enfrentando a una situación en la que por falta de espacio en las prisiones las sentencias menores a los tres años de cárcel ya no se están cumpliendo en su totalidad", explica.
"Estamos corriendo el riesgo de dejar en libertad a personas con potencialidad de cometer nuevos delitos y el ministro bien sabe que, de registrarse un caso de reincidencia de impacto, el costo político a pagar será muy elevado", agrega.
El catedrático afirma que en la actualidad no existe el marco jurídico que facilite la transferencia de presos belgas a cárceles holandesas, y aun firmando un nuevo tratado, surgirán otros obstáculos legales relacionados con los derechos de los presos y de los mismos custodios.
Además, precisa que la comunidad penitenciaria se opone, ya que se protegerán empleos en Holanda a expensas de los belgas.
Alternativas
Bélgica ha venido aplazando la reforma de su sistema penitenciario desde hace un par de décadas, de acuerdo con la información del Instituto Nacional de Criminología y Criminalística.
No sólo registra una saturación de sus prisiones -hay 10.300 detenidos cuando la capacidad máxima es de 8.500- sino que la mayoría de sus cárceles son de principios del siglo pasado y no cumplen con las exigencias de seguridad.
El gobierno belga ha anunciado la construcción de nuevas prisiones, aunque no se espera que sean operativas hasta 2013. Además de la iniciativa de alquilar la prisión de Tilburg, Bélgica evalúa la compra o renta a Holanda de un barco prisión con capacidad para 700 reclusos y que podría anclarse en algún puerto belga.
También se habla de ampliar el sistema de vigilancia con pulsera electrónica al tobillo, que actualmente se aplica a unos 1.000 condenados.
"Lo ideal sería apoyar programas que permitan que los sentenciados cumplan su condena en su país de origen, porque el 44% de los reclusos son extranjeros; es decir, estamos pagando por una delincuencia importada", apunta De Ruyver.
Repletas
La gota que derramó la paciencia del Ministerio de Justicia fue la decisión de un juez de poner en libertad a un ladrón de vehículos atrapado in fraganti.
"En las prisiones belgas no hay más lugar", concluyó el juez Walter De Smedt al dar por anulado un castigo que eventualmente se condena con dos años y medio de prisión.
"No necesito que se me explique el problema en las prisiones", declaró en su momento el ministro de Justicia, Stefaan De Clerck.
"Ningún juez puede dejar libre a nadie que manifiesta culpabilidad", subrayó.