TOKYO, 14 marzo 2010 (EFE).- Un japonés finalmente pudo demostrar toda su inocencia y ternura cuando se casó con el amor de su vida: un almohadón gigante.
Lee Jin-gyu no pudo evitar enamorarse de su 'dakimakura', una almohada para abrazar, de tamaño humano y con la forma sexi de su personaje de animé favorito, Fate Testarossa. Tal es así que Lee decidió tomar a la mega-almohada como esposa y se casó en un ceremonia especial llevada a cabo en Tokio, en la que vistió a la acolchonada novia con un vestido especialmente adquirido para la ocasión.
"Estaba completamente obsesionado con la almohada", contó un amigo de Lee. "La llevaba a pasear a la plaza y además solían ir a la feria con ella y subían juntos a todos los juegos y atracciones", continuó su amigo, y agregó que cuando salía a comer también iba con ella, la sentaba y hasta le pedía comida.
Las almohadas para abrazar se han convertido en un gran éxito entre los adolescentes japonenes pues les dan la oportunidad de tener en el hogar a las mujeres de fantasía que forman parte del gran catálogo de personajes sexis del animé japonés.