CAIRO, 10 marzo 2010 (AP).- La historia del egipcio Gamal es una verdadera muestra de lo que es capaz de hacer un hombre enamorado y con ilusiones, al decidir donar uno de sus riñones para poder costear su boda y así cumplir el sueño de casarse con el amor de su vida.
A pesar de que Gamal en un principio se sintió muy contento y orgulloso con la decisión, con el transcurrir del tiempo comenzó a resentir la operación, a tal grado que debió realizar un cambio radical a su vida, ya que tras la intervención quedó imposibilitado de continuar trabajando en lo que hacía, al verse imposibilitado de manipular objetos pesados.
Tras recibir la noticia médica, el desanimado joven acudió con su familia para contarles su problema y buscar en ellos un poco de compresión, sin embargo el padre de Gamal más allá de apoyarlo, lo recriminó por su actitud e incluso se fue de la casa.