viernes, 14 de mayo de 2010

Cambio de sexo en la oficina

CONNETICUT, 13 mayo 2010 (CNN).- Tony Ferraiolo nunca olvidará su primer día de regreso al trabajo después de la cirugía. Las rodillas del supervisor de 46 años de edad temblaban cuando entró a las oficinas centrales de Madison, fabricante de sensores e interruptores de Branford, Connecticut.

Bajo la curiosa mirada de sus colegas, Ferraiolo cruzó la planta y se instaló en su oficina. Unos minutos más tarde, Steve Schickler, propietario y presidente de Madison, entró a la oficina y tomó asiento. "Entonces ahora usted es ‘él', ¿verdad?", preguntó Schickler. Ferraiolo asintió. "Suficientemente bueno", dijo Schickler rápidamente. "Voy a informar a los gerentes".

La decisión de apoyar a su empleado anteriormente conocido como Ann Ferraiolo, en el proceso de transición de cambio de sexo, fue para Schickler simple y lógica.

¿Qué baño debe utilizar?

¿Qué pasa si el empleado no se ha sometido a una cirugía de reasignación de sexo y carece de las ‘partes correctas"? Janis Walworth, una consultora en temas transgénero, desaconseja las restricciones anatómicas para el acceso al baño, dado que a la mayoría de los candidatos para procedimientos de reasignación de sexo se les exige vivir como si tuvieran el sexo deseado durante un año antes de una operación. Además, muchas personas transgénero no se someten a la cirugía.

El mayor ajuste para todos en Madison fue, sin duda, el cambio de pronombre que acompañó la transición de Ferraiolo.

Especialistas en temas transgénero recomiendan tener una reunión con el equipo antes de la transición del empleado, para responder preguntas y asegurarse que todo el mundo entiende lo que es acoso.