jueves, 20 de mayo de 2010

Murió luego de que médicos no detectaran que tenía un cepillo incrustado en su cuerpo

LONDRES, 20 mayo 2010 (Diario Contexto / Dailymail, Raymonds).- La inglesa Cindy Corton, de 35 años, tenía un cepillo de tocador incrustado en su nalga pero los médicos no lo detectaron.

La joven madre murió después de varias horas de observación en un hospital. La mujer había llegado con la extraña lesión después de caerse borracha en el baño de un amigo, en 2005.

Los profesionales la revisaron dos veces, e inclusive, la sometieron a Rayos X.

Lo que debería haber sido un procedimiento de rutina para eliminar el objeto de su trasero se convirtió en un procedimiento más riesgoso cuando el mango estuvo dos años en su organismo y comenzó a perforarle la pelvis.

Después de dos operaciones sin éxito en 2007, la señora Corton sufrió más y murió por la pérdida masiva de sangre en el Queen's Centro Médico de Nottingham, después de una operación de diez horas en junio del año pasado.