jueves, 17 de junio de 2010

Gatos adoptados para... ¿Una boa?

CIUDAD DE MÉXICO, 17 junio 2010 (EL Universal).- El mes pasado, una noticia en redes sociales se empezó a reproducir viralmente: gente que adoptaba gatos para alimentar una boa en el Distrito Federal.

En el rumor venían los nombres de dos mujeres, sus teléfonos y fotografías de estas personas, a una de las cuales identificaban como alumna de la Facultad de Veterinaria de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) , institución que incluso lanzó un comunicado el 28 de mayo para desmentir que la alumna tuviera un reptil.

En ese mismo boletín se manifestó que "debido a esta desinformación, ella (Zitlalli) y su familia han estado han estado sujetas a diversos tipos de amenazas por acciones que ni siquiera cometió". La respuesta de la UNAM se debió que organizaciones enviaron una carta para pedir que retirarán la beca de la alumna.

Ofrecieron ayuda

En marzo, Antonia Montelongo y Miguel Ángel Leos, un matrimonio de la delegación Iztapalapa, ofreció en adopción cuatro gatos porque se mudarán a Australia próximamente y no podían realizarles exámenes de Sida, inserción de microchip y tatuaje de identificación, que ese país requiere para que animales procedentes de México ingresen a su territorio.

Este matrimonio puso en Internet la adopción de sus gatos. A los pocos días, una mujer se contactó con ellos y quedaron de ver a los gatos el 17 de abril en su casa.

Al hogar de los Leos-Montelongo se presentaron dos chicas. Una, quien dijo llamarse Zitlalli y otra, quien se presentó como Elizabeth, ambas dijeron ser primas y vivir en la misma demarcación.

"Elizabeth aseguró ser estudiante de veterinaria en la UAM y Zitlalli de los mismo, pero en la UNAM", dijo la señora Montelongo en entrevista. Durante la presentación, Miguel Ángel Leos les explicó a Elizabeth y Zitlalli lo engorroso de los trámites, tras esto ellas ofrecieron ayudarles con los exámenes y la instalación del chip para dos de sus gatas.

El matrimonio afirma que ante el ofrecimiento de las estudiantes, ellos aceptaron que las muchachas se llevaran a "Ponks" y "Kikis", dos mininas, para que les realizarán las pruebas requeridas para el viaje.

"Yo les dije que las acompañaba a su casa, para ver dónde iban a estar mis gatas", señaló Miguel Ángel, pero las chicas prefirieron darles una dirección y el celular de Zitlalli.

Al otro día, Antonia Montelongo llamó al número proporcionado por las jóvenes para que le enviarán fotografías de sus animales, a quienes querían visitar. "Elizabeth me envío la foto de ella, con una niña y "Ponks", al pasar unos días, pero no la de "Kikis", dicen.

La alerta

El 10 de mayo, Montelongo recibió una llamada de una fémina, quien consiguió su información mediante el anuncio en Internet, advirtiéndole que un hombre y una mujer le pidieron gatos para alimentar una boa, a lo que ésta persona se negó.

La persona que notificó a Antonia sobre los dueños de la boa, le pasó un correo electrónico de los sujetos que querían a los gatos. Cuando Montelongo revisó el mail, se dio cuenta de que se trataba del mismo contacto de las estudiantes de veterinaria.

"Después de esto, yo le llamé a Elizabeth para que me regresara a ‘Ponks' y a ‘Kikis', porque no sabía qué había pasado con mis mascotas", refiere Antonia, quien lamenta amargamente que se equivocó al prestar sus animales a desconocidas.

"Ellas no me dieron mala espina porque me dijeron que estudiaban veterinaria, me dieron su dirección y me dijeron que tenían una niña enferma y que su gato se había muerto recientemente", admite Antonia, quien tras 15 días de la llamada de advertencia le comunicó a su esposo esa información, con quien descubrió que la dirección proporcionada por las chicas era falsa.

Muchos gatos a la vez

Por otra parte, Marie-Pierre Courand, ciudadana francesa, regaló a la gata llamada "Pumpkin" a una chica llamada Guadalupe, quien se identificó como estudiante de Veterinaria de la UNAM y supuesta madre de una niña autista, para quien era el animal.

"Una amiga de la asociación Pro Perro me llamó y me dijo que había rumores en Facebook de que adoptaban gatos para dárselos a una boa", señala Courand, quien tras conjeturas del nombre y la descripción que circulaba en las redes sociales, se dio cuenta de que Zitlalli era la chica que adoptó a su gata.

El nombre completo de la estudiante de Veterinaria de la UNAM es Zitlalli Guadalupe López Rocha, según el boletín de la Facultad.

Por su parte, el matrimonio Leos-Montelongo le exigió a Zitlali y a Elizabeth que les permitieran ver a sus gatas, "incluso les ofrecí dinero, pero sólo me respondían que yo las estaba amenazando y que por mi culpa sus datos estaban en las redes sociales", según Miguel Ángel, quien niega intimidar a las muchachas.

¿Dónde están los mininos?

Finalmente, el director de Veterinaria en la UNAM, Francisco Trigo, se ofreció a mediar en la problemática de la alumna Zitlalli el lunes 14 de junio en la misma Facultad. Supuestamente, Zitlalli llevaría a uno de los gatos de la familia Montelongo, pero esto no sucedió.

La chica admitió conocer al matrimonio y a la ciudadana francesa, quien sí le regaló un animal. Zitlalli y su abogado afirmaron que "Ponks" se escapó de la casa y que regaló a las otras dos mininas, quienes están en buen estado de salud. Incluso el defensor de la estudiante de sexto grado de Veterinaria ofreció llamar a las personas que supuestamente resguardan a las gatas.

"Le puede hablar a cualquiera y decirle que diga que sí, que están con él y bien; yo quiero a mi gata de vuelta", asevera el matrimonio Leos-Montelongo.

"Nosotros no le ‘donamos' a ‘Ponks' y a ‘Kikis', se las dimos para que nos ayudarán en los trámites para Australia", dicen los dueños de los animales, quienes esperan recuperar a una de sus gatas mediante la mediación del director de Veterinaria en la UNAM, pero ya interpusieron una demanda contra Elizabeth y Zitlalli por "abuso de confianza".

Hasta el momento, no hay ninguna prueba de que Zitlalli o Elizabeth tuvieran o no una boa, como decía el rumor de las redes sociales, pero los gatos fueron confiados en el mismo mes a ambas chicas y hasta el momento, ni los Leos-Montelongo ni Courand saben el paradero de sus animales.

En Crónicas Animales llamamos a los números que en Internet se atribuyeron a las estudiantes de Veterinaria, pero fueron cambiados.