VIRGINIA, 7 julio 2010 (El País).- El amor de los estadounidenses por sus coches no tiene igual. Quizás rivalice con la pasión de los italianos. Pero cuando se combina con el espíritu empresarial y los recursos financieros que abundan en EE UU, nacen proyectos como el Blind Driver Challenge, para desarrollar un coche que en el futuro pueda ser conducido por personas con problemas de visión.
El proyecto del "vehículo para invidentes" data de comienzos de 2004, y en gran parte se basa en la tecnología que utilizada desde hace décadas para desarrollar un coche plenamente autónomo. Pero la National Federation of the Blind, el equivalente a la ONCE española, introduce un giro: los trabajos están dirigidos por personas que son ciegas, del Jernigan Institute.
El concurso, explican, pretende "estimular la imaginación de las mentes más brillantes para ingeniar y marcar el camino en la innovación de la tecnología no visual". Y con esa meta se marcan una fecha: que los primeros prototipos basados en coches reales -un Ford Escape Híbrido- estén listos para el año próximo. Ya hay un primer germen de ese futuro vehículo.
Se trata de un buggy para dunas, transformado en un vehículo semi-autónomo equipado con dispositivos láser de rastreo y sensores. Un ordenador procesa la información que le llega del terreno y tras analizarla guía por voz al conductor para avisarle exactamente sobre la maniobra que debe realizar. Un mecanismo de vibración indica cuando acelerar o frenar.
Marc Maurer, presidente de la NFB, explica que no de trata de crear un coche que conduzca al invidente, si no de desarrollar un vehículo con la tecnología necesaria -sistemas electrónicos y de respuesta- que permita a la personas con dificultades visuales "adoptar sus propias decisiones de conducción". Es decir, se trata de llevar el coche autónomo a otro nivel.
La NFB trabaja con el laboratorio de robótica de Universidad de Virginia Tech para dar vida a este reto que es un sueño para muchos invidentes. Como dicen los gurús del portal Engaget, si "los coches pueden guiarse solos", identificando y esquivando obstáculos, "técnicamente no hay motivos para una personas ciega asistida por un ordenador pueda conducir".
Virginia Tech fue una de las competidoras que hace tres años logró completar con su vehículo autónomo un complejo circulito urbano, en el marco de la competición organizada por el Pentágono. Si todo avanza conforme a lo previsto, este vehículo para invidentes se presentará en enero en el circuito de Daytona y en mayo hará en una gira desde Baltimore hasta Orlando.
El propósito de la NFB es recaudar fondos con este evento, pero sobretodo empezar a romper con estereotipos sobre las habilidades de las personas con problemas de visión. Y quién sabe si algún día echará abajo el muro legal que impide a las personas ciegas conducir. Esto, dicen los responsables del proyecto, será al final el obstáculo más difícil de superar.