viernes, 6 de agosto de 2010

El primer hombre en pisar la luna ya tiene 80 años


LOS ÁNGELES, 6 agosto 2010 (EFE).- Una fiesta de cumpleaños con mucha pompa sería una rareza en él, que no soporta ser el centro de atención. Desde hace muchos años Neil Armstrong, el primer hombre en pisar la luna, vive apartado, incluso desde poco después del histórico acontecimiento, y evita los flashes.

Si su enorme fama le significa algo, o si alguna vez le significó a él, sólo lo saben sus personas más cercanas.

Sin embargo, sigue interesado en la navegación espacial. Ayer, Neil Armstrong cumplió 80 años.

Tenía 38 años cuando el 21 de julio de 1969 puso un pie sobre la luna y pronunció la legendaria frase: "Este es un pequeño paso para el hombre, pero un gran paso para la humanidad".

En las fotos oficiales de la NASA, con su traje de astronauta y el casco en la mano se veía como un hombre soñador, inteligente, visionario, valiente y atractivo.

Todas estas cualidades podrían haberle habilitado una carrera política, como en el caso del astronauta Glenn Ford, quien ingresó en el Senado en 1977. Pero Armstrong no quiso saber nada de ello, así como de brindar charlas, lo cual le habría proporcionado sumas cuantiosas.

Así, se convirtió en una especie de héroe del espacio y a la vez en enigma.

Nacido en Wapakoneta, Ohio, estaba fascinado con los aviones desde los dos años. Estudió ingeniería aeronáutica en la universidad Purdue y en 1962 la NASA lo aceptó como astronauta.

En 1969 cumplió su sueño, lideró la misión lunar del Apolo 11.

Armstrong ha sido condecorado por 17 países. Recibió la Medalla Presidencial a la Libertad, la Medalla Espacial de Honor del Congreso, entre otros premios.