NUEVA YORK, 9 agosto 2010 (AP) — Los 354 escalones en espiral que llevan por dentro de la Estatua de la Libertad a su corona son también la única salida de emergencia del emblemático monumento de Nueva York.
En un día reciente del verano boreal, algunos turistas empapados en sudor, quienes bajaban por las escaleras, se detuvieron para tomar una bocanada de aire mientras descansaban poniendo sus manos en las rodillas.
"Hace calor allá arriba", dijo Lucie Munier una turista francesa. "Creo que estaría asustada en caso de una emergencia. Incluso da miedo con todo en tranquilidad".
Cuando una alarma de incendios se activó el mes pasado dentro de la estatua, cientos de turistas fueron retirados por las escaleras, las mismas que los bomberos tendrían que usar en caso de presentarse una emergencia en el monumento que el próximo año cumplirá 125 años.
El servicio nacional de parques había cerrado la estatua para hacerle mejoras de seguridad por 20 millones de dólares y había mantenido cerrado el acceso a la corona desde los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001 hasta el año pasado, para mejorar la seguridad contra incendios.
El próximo año la estatua volverá a estar cerrada a partir de octubre, durante nueve a 12 meses, para que los trabajadores puedan construir una segunda escalera de emergencia en el pedestal del monumento, dijo el vocero del Servicio Nacional de Parques, Darren Boch.
"Dada su edad y el hecho que es una construcción histórica no hay mucho que podamos hacer para cambiarla," dijo Boch. "No estará ciento por ciento en línea" con los últimos estándares de seguridad, añadió.
La mayoría de turistas, cerca de 3.000 por día, ascienden los primeros 186 escalones de la entrada hasta el pedestal. No más de 10 personas a la vez tienen permitido subir hasta la corona, en parte para poderlas retirar rápidamente en caso de una emergencia.