SAN JOSÉ, 9 agosto 2010 (AFP).- Un jefe policial pidió a las autoridades que regulen por ley las actividades de los brujos y chamanes en Costa Rica, pues numerosas personas que contratan sus servicios terminan denunciado estafas, anunció el domingo el diario La Nación.
El subdirector de la Policía de Investigación Judicial, Francisco Segura, dijo que reciben unas 10 denuncias anuales por estafas cometidas por brujos, pero muchas víctimas "no denuncian el timo porque se sienten avergonzadas" y otras "guardan silencio pues temen ser blanco de alguna maldición".
Estos brujos y chamanes "se aprovechan de personas que buscan soluciones mágicas a sus problemas. Es gente que quiere tener mucho y dinero y fama pero sin trabajar", declaró Segura a La Nación."Son pillos con un gran poder de convencimiento", agregó.
Segura propuso "legislar para cerrarle portillos a brujos que se anuncian en medios de comunicación, debido a las denuncias y casos de estafas que se conocen en la Fiscalía de Fraudes", indicó La Nación.
Entre estos casos el diario mencionó el de un adinerado agricultor que pagó 24 millones de colones (46.000 dólares) a unos brujos por "curaciones y otros rituales" para sanar un dolor de espalda y para hallar un "gran tesoro indígena" enterrado en una de sus fincas, que jamás apareció.
Otro incauto pagó a un brujo 5 millones de colones (casi 10.000 dólares) por una "bendición" para adquirir un número de la lotería que ganaría un cuantioso premio.
"Hay quienes se hacen llamar 'santeros cubanos', 'diosas de la santería haitiana' o 'sacerdotisas' y anuncian 'ritos para atraer amor, salud, dinero y ganar lotería'", dijo el rotativo.
La mayoría de estos brujos son colombianos y peruanos, "aunque también hay costarricenses", agregó.
Aunque a veces estas estafas llegan a los tribunales, nadie ha ido a prisión porque las víctimas terminan conciliando "para recuperar su dinero", dijo Randall Céspedes, de la Fiscalía de Fraudes.