domingo, 10 de octubre de 2010

Guerra en Irak genera solteronas

BAGDAD, 10 de octubre de 2010 (AP).- El conflicto armado en Irak que ha durado, ya más de siete años ha tenido diversas consecuencias sociales, económicas y culturales, una de las menos estudiadas es las influencia que ha tenido la guerra en la formación de matrimonios en el país oriental.

Tradicionalmente las mujeres en Irak se casan en su mayoría antes de los 30 años; no obstante, en los último siete años ha aumentado desproporcionalmente el número de mujeres iraquíes que rebasan los 30 años y no han contraído nupcias, dado que la guerra disminuyó el número de hombres disponibles, así como la posibilidad de los mismos de sostener una familia: "todos los hombres ahora están buscando una novia joven o rica'', declara Nidal Haidar, quien como sus cinco de seis hermanas, pasa ya los 30 años y no se ha casado.

Otro factor que ha mermado las posibilidades de contraer nupcias, es la constante inseguridad que se vive en el país pues, los atentados suicidas, los asesinatos sectarios, escuadrones de muerte y tiroteos destruyeron las redes de contactos sociales. Las visitas familiares, tradicionalmente una oportunidad para que los hombres conozcan a futuras esposas, se han vuelto raras a causa de la violencia.

Nidal, de 38 años, dice que ya desde hace mucho tiempo no piensa en el matrimonio como una posibilidad real y declara que los únicos que podrían interesarse en ella, aunque no cree que esto suceda, serían viudos muy viejos.

Mientras que las posibilidades de que Haidar se casé disminuyeron a causa de la guerra, los estigmas sociales que pesan sobre las solteronas continúan, pues generalmente están condenadas a pasar el resto de sus días en casa de sus padres, saliendo muy poco, para quedarse a cuidar a los hijos de sus familiares, así como a realizar todas las labores del hogar.

Incluso, si las mujeres cuentan con los estudios necesarios, es común que se evite contratar a mujeres mayores de 30 años solteras, pues se les considera débiles al no contar con la protección de un hombre.