SANTO DOMINGO, 20 octubre 2010 (UPI).- La jueza de la instrucción del Juzgado de Primera Instancia de Hato Mayor dejó libre a Sonia Martínez Romero, quien le cortó el pene a su marido.
Esto sucedió el pasado domingo en el sector Villa Vilorio, al norte de esa ciudad, cuando Mártires Nolasco Vilorio, su esposo, la obligaba a hacerle sexo oral. La mujer se entregó a las autoridades policiales, a quienes declaró que tomó la decisión porque él la maltrataba con frecuencia y al momento del hecho la obligaba a que le practicara sexo oral.
"Me obligó con el cuchillo en el cuello que le lamiera su pene... me daba golpes, soy humana y siento. No aguantaba más", explicó. Dijo que dejó que se excitara para poder quitarle el cuchillo. Romero alegó que no se arrepiente de cortarle el pene a su marido, "porque sé lo que estaba pasando con ese hombre", agregó.
La magistrada Rosemary Peña Rosario consideró como violencia intrafamiliar lo que hizo Nolasco Vilorio a Sonia, quien tuvo que defenderse. La fiscal Atahualpa Yucet Brito de Salas pedirá medida de coerción contra Nolasco, informó el periódico Listín Diario.
Mujer cortó pene a hombre se desnuda ante jueza y abogados para demostrar era maltratada
Martínez Romero se desnudó ante las autoridades judiciales, porque mientras se conocía la medida de coerción, el hombre del pene cortado, reveló que nunca la había maltratado y que ese era un argumento para evadir los celos.
La joven que se dedica a la tapicería y la costura, mostró golpes y puyones, que supuestamente le producía su concubino, Mártires Nolasco Vilorio, a quien le provocó una herida en el pene.
La mujer mostró hematomas y cicatrices en distintas parte de su anatomía, que aparentemente había hecho su marido mientras la sometía a torturas.
Explicó que Nolasco Vilorio entró en celo con un dirigente comunitario de la zona, razón que la obligó a casi no salir de su hogar.
“Yo vivía en una prisión en mi propia casa, me negaba a hablar con las vecinas, no podía saludar a ningún hombre, porque desde que estábamos solo me entraba a trompada y me puyaba con cuchillos y navajas”, reiteró la mujer.
Ver otras notas relacionadas publicadas en Wicked Magazine.