SAN JOSÉ, 9 noviembre 2010 (Prensa Latina).- En Costa Rica, perro que ladre se puede quedar mudo si cae en manos de Irina Selyukova, una directora regional del Ministerio de Salud Pública que ordenó la extirpación de cuerdas vocales de cinco canes.
La funcionaria, a quien evidentemente no le hace gracia la costumbre de tener mascotas, se basó para su veredicto contra los galgos en varios artículos de la Ley General de Salud y del Reglamento que regula la tenencia de animales y contemplan la ablación.
Para ser "justa", practicó una prueba de bulla consistente en una medición sónica que se toma desde una casa colindante a la que pertenecen los perritos, en este caso la de una señora de 64 años vecina de la localidad de Rohrmoser, en Pavas.
Mas, para desgracia de los cinco lebreles, ladraron tan alto que sobrepasaron los decibeles permitidos, lo que les ganó una sanción drástica "en beneficio de la salud pública", según argumentara Selyukova.
La anécdota es real y está publicada en el diario oficial La Gaceta. Por supuesto, ha levantado una gran polémica, no solamente por la tremenda oposición de la dueña de los canes, que los había recogido de la calle, sino de muchos protectores de animales.
Aunque la sentencia parece inapelable, esa señora, cuyo nombre no se revela, ya declaró que no dejará que a sus perros ningún veterinario les extirpe sus cuerdas vocales. La batalla puede llegar a los tribunales, pues la dueña es abogada y está muy informada del derecho canino.
La polémica extracción de las cuerdas vocales a 5 perros hace modificar el marco legal
No obstante, los cinco perros en cuestión podrían ser los últimos en sufrir este procedimiento, pues el mismo ministerio señaló que "la ablación de cuerdas vocales riñe con la protección al derecho de los animales", razón por la cual se modificará el reglamento de tenencia de animales domésticos.
En lugar de la extracción de las cuerdas vocales, las mascotas serán decomisadas a sus dueños, afirmó la ministra costarricense de Salud, María Luisa Ávila, a través de su página en Facebook.
Este caso dejó al descubierto posiciones opuestas entre el estatal Servicio Nacional de Salud Animal (Senasa), y el Colegio de Veterinarios.
Según Ligia Quirós, directora de Senasa, es más importante "la calidad de vida de la gente que tiene que soportar los ladridos", pero a criterio del Colegio de Veterinarios, la ablación viola los derechos de los animales.
Las reacciones se han producido después de que el Ministerio de Salud publicara la semana pasada en el diario oficial La Gaceta una resolución en la que ordena la ablación de las cuerdas vocales de los perros "en beneficio de la salud pública".
Hoy, decenas de personas se manifestaron en contra de la medida a través de la radio, periódicos en internet y de las redes sociales.
La presión fue tal que Ávila debió aclarar que la dueña de los perros tiene un largo historial de decomisos de canes y gatos, a causa de las constantes quejas de los vecinos, en un barrio de clase alta al oeste de San José.
Las autoridades expidieron la orden de ablación a los cinco canes luego de realizar una "medición sónica" en una casa contigua a la de la propietaria de los perros, una abogada retirada que afirma haberlos recogido pues estaban abandonados.
Dicha medición, según el ministerio, estableció que los ladridos "sobrepasan los límites legalmente permitidos", que no precisa.
La dueña de los animales, cuya identidad no ha trascendido, declaró al diario local La Nación que se opone rotundamente a extirpar las cuerdas vocales a sus perros.
El expresidente del Colegio de Veterinarios Edwin Garro calificó la ablación como "inhumana".
"Con las proporciones del caso, es como, si al niño que llora, se le tapa la boca cuando tiene llanto, sin buscar las causas de ello", dijo.
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