miércoles, 10 de noviembre de 2010

Subastará Sotheby's joyas únicas en su género


GINERBRA, 10 noviembre 2010 (EFE).- Las joyas de algunas de las mujeres más admiradas por su elegancia en los años 60 del siglo XX, de las familias Onassis, Ford y Bismarck, saldrán a subasta el próximo día 16 en Ginebra, según ha anunciado la casa británica Sotheby's.

"Hemos sido muy afortunados: tenemos colecciones de Cristina Ford, de Christina Onassis, y de otros nombres famosos como la condesa Mona von Bismark, con sus fantásticos diamantes blancos de Cartier o de Van Cleef", relató hoy a Efe el responsable de la puja, David Bennett.

Era frecuente ver esas joyas en las fiestas que en la década de los 60 daban el príncipe Rainiero de Mónaco y su esposa Grace Kelly, y en las que Cristina Ford, de origen italiano, conoció al que se convertiría en su marido, Henry Ford II, nieto del fundador la compañía automovilística que lleva su apellido.

De Cristina Ford, una estrella de la vida social de su época, saldrá a subasta el próximo martes un brazalete compuesto por esmeraldas turquesas y diamantes blancos, cuyo precio se estima que alcance alrededor de 100.000 euros.

Un valor similar que se espera que alcance un collar de Christina Onassis, la única hija del magnate griego Aristóteles Onassis, fallecida en 1988 cuando sólo tenía 37 años.

Pulseras de la condesa Mona von Bismarck, casada con el nieto del famoso canciller alemán, o anillos del Jedive de Egipto y Sudán, Abbas Hilmi Bey, también forman parte de la colección con la que Sotheby's pretende atraer a millonarios de todo el mundo.

"El deseo de comprar piedras extremadamente exclusivas sigue muy, muy alto, y hemos recibido muestras de interés de todos los puntos del mundo, por lo que somos optimistas", se congratula Bennett con una sonrisa.

Pero para este conocido subastador, presidente para Europa y Oriente Medio de la división de joyas de Sotheby's, el objeto más rentable de la puja será un diamante rosa de 24 quilates "que no se ha visto nunca antes en el mercado en los últimos 60 años".

"24 quilates es un tamaño enorme para un diamante rosa, y está en un estado impecable, y su leve pulido interno ha quedado perfecto", expone Bennett, quien concluye que es una joya "deslumbrante, basta con mirarla".

Ello justifica que la casa de subasta británica calcule que el precio de este diamante rosa pueda rondar incluso los 30 millones de euros.

Y también hay para los más fetichistas: una joya de oro con forma de oruga, que además imita el movimiento del animal, cuyo valor puede alcanzar 4 millones de euros.




Fotos: El diamante rosa subastado (AP)