COLOMBO, 11 noviembre 2010 (ABC).- «Los cingaleses son patrióticos hasta cuando se trata de pornografía. En Google no introducen la palabra porno, sino porno cingalés», afirma un bloguero de Sri Lanka. El Gobierno de esta isla del Océano Índico no aprecia en este caso el patriotismo de sus ciudadanos. En una cruzada contra «crímenes morales», la policía cingalesa ha publicado las fotografías de 27 «estrellas del porno» nacional en un periódico.
Durante los próximos días continuará la publicación de imágenes extraídas de películas pornográficas para que sus protagonistas sean identificados por los lectores y hagan frente a la justicia.
Las pesquisas de una unidad especial de la Policía cingalesa en Internet han señalado a 83 personas —80 mujeres y tres hombres—, que se enfrentan a penas de seis meses de cárcel por sus actividades cinematográficas poco decorosas. Y es que en los últimos tiempos ha proliferado la producción de películas pornográficas en el conservador país del sudeste asiático, una violación de las leyes contra la obscenidad.
Los vídeos de mala calidad grabados con teléfonos móviles se distribuyen en Internet y, según las autoridades, los jóvenes estudiantes los intercambian con sus teléfonos móviles. El Gobierno cree que esto puede incitar a los jóvenes a cometer delitos sexuales y que el crimen organizado podría ser el responsable de las grabaciones.
Derecho a la privacidad
La publicación del «FacePorn» en la prensa ha creado cierta controversia. Numerosos periódicos se han negado a la publicación argumentando el derecho a la privacidad, a pesar de que una orden judicial que les instaba a ello. Activistas de derechos humanos y en contra de la prostitución también han mostrado su rechazo. «Hay muchos problemas con la pornografía, la prostitución y el tráfico. Pero hay que responder de una forma sensible y sobria. Esto es exagerado», señala el abogado Rohan Edrisinha.
Desde que la guerra civil finalizase en este país de 21 millones de habitantes hace 18 meses, el Gobierno se ha embarcado en una batalla en busca de la moralidad más absoluta. El pasado junio, la policía lanzó una campaña para retirar de la calle publicidad «indecente» en la capital, Colombo. Ese mismo mes, 200 parejas fueron detenidas en las ciudades de Kurunegala y Matara por besarse, abrazarse o darse la mano en público.
Además, se han bloqueado 300 páginas web de contenido pornográfico nacional (los cingaleses pueden seguir disfrutando del porno Occidental) y se han producido detenciones de personas que tenían vídeos porno en sus teléfonos. Mientras el país trata de revivir la industria turística, su presidente, Mahinda Rajapaksa, ha abierto la posibilidad a la prohibición del alcohol.
Hasta el momento ningún lector ha denunciado a las «estrellas porno».