BUENOS AIRES, 10 diciembre 2010 (Neomundo).- La maternidad es beneficiosa para el cerebro de las mujeres. Ciertas regiones del sistema nervioso central de las mamás recientes crecen y se desarrollan poco tiempo después del nacimiento de sus bebé.
A dichas conclusiones llegó un estudio publicado en la revista Behavioral Neuroscience. Pilyoung Kim, del Instituto Nacional de Salud Mental (Estados Unidos), explicó que las áreas cerebrales beneficiadas son las relacionadas a la motivación y al comportamiento.
El cerebro maternal
Para llegar a dichas conclusiones los autores trabajaron con mujeres que recién habían tenido a sus hijos. Todas tenían alrededor de 33 años y un mismo nivel de educación. Además, estaban amamantando a sus bebés y ninguna había sufrido de una depresión postparto severa.
Kim tomó imágenes de sus cerebros a las cuatro semanas y cuatros meses del parto, y notó que la materia gris de las voluntarias habían aumentado en una proporción pequeña pero significativa. Las regiones más beneficiadas fueron las relacionadas a la motivación materna (hipotálamo), el procesamiento de la recompensa y la emoción (sustancia negra y amígdala), la integración sensorial (el lóbulo parietal) y el razonamiento y el juzgar (corteza prefrontal).
Y las madres que hablaron con más entusiasmo y alabanza de sus bebés tenían muchas más posibilidades de mostrar un desarrollo mayor en las áreas centrales del cerebro.
Kim cree que los cambios hormonales posteriores al nacimiento, como el aumento en el estrógeno, la oxitocina y la prolactina, ayudan a que el cerebro de las madres se remodele frente a la presencia del bebé.
Los autores aseguraron que se deben hacer más estudios para profundizar en las respuestas, pero consideran que la intensa estimulación sensorial y táctil del bebé podría hacer que el cerebro adulto crezca en áreas claves que permiten que las madres cuenten con un nuevo y expandido repertorio de complejos comportamientos de interacción con sus hijos. Esta expansión en las regiones de la motivación del cerebro ayuda a mejorar el cuidado y crianza de los bebés, ayudándolos a sobrevivir y a superar los desafíos físicos, emocionales y cognitivos.