LONDRES, 17 diciembre 2010 (AP) - El número de personas infectadas con tuberculosis aumentó en un 50% en Londres en la última década, lo que le otorga el dudoso título de capital de esa enfermedad en Europa occidental, según un nuevo informe.
Al contrario que otros países de la región donde la tuberculosis está disminuyendo, en Gran Bretaña aumenta, particularmente en Londres.
En 1999 hubo 2.309 casos. Para el 2009 Londres registraba 3.450 casos sobre más de 9.000 en toda Gran Bretaña, según un artículo que publica el viernes la revista médica Lancet. Como sólo el 70% de los casos de tuberculosis activa son detectados, las cifras de casos reales son mayores.
"Nos preocupa ver casos de TB en sus mayores niveles desde los años 70", dijo el Dr. Ibrahim Abubakar, director de vigilancia de tuberculosis en la Agencia de Protección de la Salud, de Gran Bretaña, en una declaración. "La clave para reducir los niveles de TB es un diagnóstico temprano y un tratamiento adecuado".
Aunque la tuberculosis no está tan extendida en el Reino Unido _con una tasa de infección de 15 personas por cada 100.000_, es mayor que en el resto de Europa occidental. En Francia la tasa es de 10.
Conocida en el pasado como la "plaga blanca" en Inglaterra debido a la decoloración de la piel en los pacientes, la tuberculosis prácticamente había desaparecido con la introducción de fármacos y vacunas en los años 60. Pero ha aumentado en los últimos años, incluso cepas resistentes a las drogas.
La mayoría de los casos en Gran Bretaña son de personas nacidas en el exterior, aunque no de recién llegados. Un 85% de pacientes de TB han estado en Gran Bretaña por lo menos durante dos años, lo que significa que la enfermedad no es importada sino de circulación local.
"El aumento en los casos de TB no tiene nada que ver con la migración ni los inmigrantes", afirmó Alimuddin Zumla, de la Universidad del Colegio de Londres, autor del comentario. "Esta es una falsedad que debe ser corregida", agregó, y recordó que los mismos riesgos que acosaban a la Inglaterra victoriana -viviendas pobres, mala ventilación, hacinamiento- son los culpables del brote actual.
Aunque la enfermedad afecta principalmente a grupos como drogadictos, refugiados y pacientes de VIH, su prevalecencia en las prisiones es problemática. La propagación de la TB en las cárceles ha infectado ocasionalmente al personal correccional y después se ha difundido a la población general.
Gran Bretaña es uno de los principales donantes de ayuda al exterior, con inversiones considerables en proyectos de lucha contra la tuberculosis en naciones pobres.