sábado, 1 de enero de 2011

El mundo entero recibe al Año Nuevo












NUEVA YORK, 1 de enero de 2011 (AP) Casi un millón de personas atestaron Times Square en Nueva York; el puerto de Sydney se iluminó con fuegos artificiales y la comunista Vietnam se salió de sus esquemas con una cuenta regresiva al estilo occidental para recibir el año nuevo 2011.

Una bola de cristal de 32 mil luces descendió a la medianoche en Nueva York al tiempo que una lluvia de confeti inundó el lugar en una celebración bulliciosa en la ciudad más cosmopolita del mundo.

En Europa, los griegos, irlandeses y españoles comenzaron la celebración por la noche para dejar atrás un año de apuros económicos. En Japón, miles de personas soltaron globos con mensajes de sueños y esperanza mientras el mundo recibía festivamente el 2011.


Al despejarse el cielo que amenazaba con lluvia, unas 50 mil personas (muchas con grandes y brillantes pelucas este año) se congregaron en la plaza de la Puerta del Sol en el centro de Madrid para participar en la tradicional ceremonia de ''Las Uvas'', en que los presentes se comen una uva en cada una de las 12 campanadas que a la medianoche anuncian el Año Nuevo.

La costumbre de mascar y tragar las uvas a cada tañido es considerada un augurio de buena suerte. El engaño no sólo es mal visto sino que podría traer el infortunio, según la tradición.

La policía tuvo que esforzarse para revisar a quienes llegaban para impedir que ingresaran con bebidas y botellas y de esta manera evitar problemas y lesiones en la atestada plaza. Muchos visitantes tuvieron que apurar lo que quedaba de sus vinos espumosos para sumarse a la animada fiesta.

''Es una tradición anual y estoy aquí para hacer mis deseos para el año nuevo; si te comes las uvas, tus deseos se cumplirán'', dijo la esteticista Anita Vargas, de 22 años.

Cuando la uva número 12 era comida, el cielo sobre la mayoría de las ciudades españolas fue iluminado con fuegos artificiales que fueron llenando el espacio con humo y olor a pólvora.

En Comayagua, en la región norte de Honduras, miles de personas se congregaron en la catedral donde hay un reloj de 910 años de antigüedad para festejar el arribo del Año Nuevo con juegos pirotécnicos, actos culturales y bailes.

El reloj, que aún funciona, fue construido en el año mil 100 y colocado inicialmente en La Alhambra de Sevilla, España. Lo donó a Comayagua el rey Felipe III y desde 1715 está en la torre del templo católico hondureño.

En Nueva York, la fiesta pública para recibir el año nuevo tuvo lugar días después de que una tormenta de nieve paralizara la ciudad y zonas circundantes. Esta fiesta es la de mayor realce en Estados unidos para despedir el año viejo y recibir el año nuevo.

Las personas que celebraron en Estados Unidos dejaron de lado por un momento sus preocupaciones sobre la economía, el mal clima e incluso las potenciales amenazas terroristas. El 2011 fue recibido con reuniones grandes y pequeñas en el país.

Como no había ocurrido en años, Nueva York atrajo la atención debido a que se recuperaba de una severa nevada y las preocupaciones de seguridad porque hace ocho meses un inmigrante paquistaní intentó la comisión de un atentado con un coche bomba en Times Square.

La policía dijo que no hubo amenaza terrorista para las celebraciones de la víspera del año nuevo en Nueva York.

De cualquier manera, la policía puso en marcha un plan de seguridad que incluyó el sellado de las tapas de las alcantarillas, el destacamento de tiradores especializados en tejados y el establecimiento de puestos de revisión para las personas que deseaban acudir a la fiesta pública.

El 2010 fue un año sombrío para la Unión Europea. Las economías de Grecia e Irlanda tuvieron que ser rescatadas, mientras otros países como España y Portugal también tuvieron aprietos financieros.

''Antes, salíamos, celebrábamos en un restaurante, pero en los dos últimos años hemos tenido que quedarnos en casa'', relató la florista madrileña Ernestina Blasco, de 48 años. Afirmó que su marido, que trabaja en la construcción, no tiene empleo.

En Grecia, millares de personas pasaron el último día del año viejo haciendo fila en las oficinas hacendarias para pagar impuestos o conseguir una exención fiscal. ''Podemos ver que la calidad de vida se degrada cada día. ¿Qué puedo decir? No veo la luz al final de túnel'', lamentó Giorgos Karantzos, de Atenas.

Los neozelandeses y los ciudadanos de las naciones isleñas del Pacífico Sur estuvieron entre los primeros que celebraron el Año Nuevo en el mundo. En Auckland, Nueva Zelanda, sobre el edificio Sky Tower surgieron fuegos artificiales de rojo, oro y blanco, mientras decenas de miles de personas bailaban y cantaban en las calles abajo. En Christchurch, los festejos se cumplieron cabalmente a pesar de un sismo menor con una fuerza de 3,3 que ocurrió antes de las 22:00 horas.

''Incluso es una razón mayor para que la gente se reúna y celebre el comienzo de un nuevo año'', dijo el alcalde interino de Christchurch Ngaire Button.

Un estallido multicolor y sonoro de juegos pirotécnicos iluminó el cielo de medianoche en el Puerto de Sydney para el asombro de 1,5 millones de espectadores. ''Este tiene que ser el mejor lugar del mundo para estar presente esta noche'', exclamó Marc Wilson, de 41 años.

Cientos de miles de personas se reunieron en el Puerto Victoria de Hong Kong para presenciar un espectáculo de fuegos artificiales desde los techos de 10 de los edificios más famosos de la ciudad.

En la capital vietnamita de Hanoi, unas 55 mil personas abarrotaron un plaza frente a un elegante teatro para participar en la primera cuenta regresiva para recibir el Año Nuevo, un aspecto occidental que fue completado con luces estroboscópicas y música tecno que retumbaba en el lugar.

Los vietnamitas tienen habitualmente su principal celebración con el Tet, el nuevo año lunar que comienza el 3 de febrero. Pero en los últimos años, la influencia de Occidente ha tenido un impacto en los jóvenes vietnamitas, que no recuerdan la guerra y la pobreza, y que están ansiosos por encontrar un motivo para hacer la fiesta.

En el templo budista de Zojoji en Tokio, de 600 años de antigüedad, los presentes recibieron el Año Nuevo entre cánticos de monjes, al tiempo que soltaban globos plateados con mensajes y repicaba una enorme campana de 15 toneladas.

En Dubai, el rascacielos más alto del mundo fue alumbrado con fuegos artificiales desde su capitel en forma de aguja a 828 metros (casi media milla) de altura. Del Burj Khalifa también surgieron rayos plateados en un espectáculo de 10 minutos.

En Francia, la policía fue puesta en alerta de posibles ataques terroristas y para mantener bajo control a la celebración. Grupos de jóvenes tienen la costumbre de incendiar decenas de vehículos en la noche vieja. El ministro del Interior, Brice Hortefeux, dijo que fueron movilizados 53 mil 820 agentes, 6 mil más de lo normal.

Los italianos reciben el Año Nuevo con juegos pirotécnicos que son ilegales, en plazas y callejones. Esta tradición deja por lo regular numerosos lesionados en manos y ojos.

En Londres había mejorado el clima luego de varias semanas de temperaturas gélidas, lo cual permitió la participación de unas 250 mil personas en los festejos, que incluyen el tañido del Big Ben a la medianoche.

Fotografías: BBC Mundo (Agencias)