NUEVA YORK, 16 marzo 2011 (Reuters).- Hoy en día, ir de viaje, comenzando por la maleta y terminando en el portátil, es cada vez más tecnológico. Pero todos los hoteles tienen un costoso anacronismo: un teléfono fijo.
Los teléfonos que hay en las habitaciones solían dar beneficios para los hoteleros. Ahora, en cambio, deterioran las ganancias, dado que los huéspedes prefieren utilizar sus móviles.
"Los teléfonos solían ser un medio de ganancias", dijo David Kong, consejero delegado de la cadena hotelera Best Western. "Ahora son un medio costoso".
La menor utilidad de los teléfonos en las habitaciones de hotel se debe a una mayor tendencia a la desaparición de las líneas fijas en los hogares y a que los trabajadores mantienen relaciones comerciales a través de sus BlackBerry.
AT&T y Verizon Communications, los dos grandes operadores de telefonía de Estados Unidos, pierden entre un 10 y un 12 por ciento de sus líneas todos los años en beneficio de otros proveedores, explicó el analista de teelcomunicaciones independiente Jeff Kagan. Esa cifra irá a más, recalcó.
Sin embargo, los hoteles no pueden deshacerse de sus sistemas telefónicos, ya que son necesarios para los huéspedes por demandas de seguridad, indicó Bjorn Hanson, un profesor del Centro Tisch para la Hospitalidad, el Turismo y la Gestión Deportiva de la Universidad de Nueva York.
"Nos los tenemos que quedar", recalcó Kong.
Los huéspedes utilizan los teléfonos de las habitaciones si necesitan llamar para solicitar ayuda. Cuando no se trata de situaciones de emergencia, cogen el teléfono para solicitar el servicio de habitaciones y el servicio despertador. Pero los huéspedes se ahorran dinero utilizando sus móviles para recibir o realizar la mayor parte de las llamadas externas.
En Nueva York cuesta aproximadamente 1,50 dólares (1,07 euros) hacer una llamada local desde un hotel, que podría también tener un cargo de unos cuatro dólares por conectarse a un proveedor de larga distancia como AT&T.
"Nunca he usado el teléfono de un hotel", dijo un francés de 23 años llamado François Genow. "Nunca".
El huésped que decide utilizar el teléfono puede hacerlo a menudo desde el escritorio, la cama o el cuarto de baño, debido a que instalar múltiples teléfonos es económico una vez que el sistema se encuentra conectado, comentó un asesor de hostelería llamado Ted Mandigo.
"Yo recibo mi servicio despertador en el cuarto de baño", aseguró Jim Abrahamson, un madrugador que está al frente de las operaciones de InterContinental Hotels en las Américas. "Yo ya estoy levantado. De esa forma, no tengo que ir corriendo a coger el teléfono a mi cama".
No obstante, los hoteles pueden pagar caro el instalar y mantener su sistema de teléfonos fijos.
Desde mediados de la década de los 80 hasta principios de los 90, los teléfonos generaron un dos por ciento en beneficios para los hoteles, que operaban como pequeñas compañías telefónicas y cobraban a los huéspedes la tarifa legal más alta, explicó Mandigo. Pero ahora un hotel se gasta tres dólares por cada dólar proveniente de sus teléfonos ubicados en habitaciones mientras los huéspedes optan por sus móviles, dijo.
Actualmente, muchas de las grandes cadenas hoteleras están analizando aplicaciones de 'smartphones' para que los huéspedes pudieran pedir el servicio de habitaciones o el servicio despertador, señaló Hanson, aunque son bastantes preliminares.