CHICAGO, 4 junio 2011 (AP) — Fue un proyecto monumental con un humilde comienzo: un reducido grupo de eruditos y varias tarjetas de índices. El plan consistía en explorar una lengua extinta hace muchos siglos en el Oriente Medio.
En 1921, la Universidad de Chicago comenzó a recopilar un diccionario asirio sobre la base de las palabras esculpidas en tablillas de arcilla o piedra desenterradas entre los restos arqueológicos de Irak, Irán, Siria y Turquía, en un lenguaje que desapareció hace más de 2.000 años. Los eruditos sabían que el proyecto llevaría mucho tiempo, pero nadie esperaba que fuera casi un siglo.
Con el paso de las décadas creció el equipo y llegaron expertos procedentes de Viena, París, Copenhague, Jerusalén, Berlín, Helsinki, Bagdad y Londres, a los que se unieron eruditos de Estados Unidos y Canadá. Algunos iniciaron sus carreras profesionales con el proyecto y seguían trabajando en él cuando se jubilaron. Una generación dio paso a otra y el siglo XX se deslizó calladamente en el XXI. El trabajo fue lento, con frecuencia frustrante, y con el uso de tecnología muy rudimentaria: máquinas de escribir, máquinas mimeográficas y tarjetas de indexación, de las que a la postre fueron elaboradas dos millones.
Ahora, 90 años después, sale a la luz el resultado. El Diccionario Asirio de Chicago ha sido oficialmente completado —21 volúmenes en aqueo, una lengua semítica (con varios dialectos, incluyendo el asirio) que perduró durante 2.500 años. El proyecto es más enciclopédico que glosario, y ofrece una ventana a la sociedad de la antigua Mesopotamia, hoy Irak, mediante todo tipo de escritura: cartas de amor, recetas de cocina, archivos fiscales, recetas médicas, observaciones astrológicas, textos religiosos, contratos, poemas épicos y mucho más.
¿Cuál es la utilidad del diccionario de una lengua escrita por última vez hacia el año 100 a.C. y que sólo conocen un reducido número de eruditos en todo el mundo? El profesor Gil Stein, director del Instituto Oriental de la universidad tiene una respuesta:
"El Diccionario Asirio nos proporciona la clave de la primera civilización urbana del mundo", explicó Stein. "Virtualmente todo lo que damos por hecho ... tiene sus orígenes en Mesopotamia, ya sea el origen de las ciudades, el estado de las sociedades, la invención de la rueda, la forma en que medimos el tiempo y, lo más importante, la invención de la escritura".
"Si queremos entender nuestras raíces", agregó Stein, "debemos entender esta primera gran civilización".
Foto: Tablilla sumeria (Agencias)
sábado, 4 de junio de 2011
Completan diccionario de asirio, tras 90 años de trabajo
12:58:00 p.m.
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