LONDRES, 9 junio 2011 (The Independet/La Jornada).- En Hamlet, la enamorada Ofelia se ahoga mientras recoge flores en el lloroso arroyuelo, con las ropas desparramadas
. Ahora académicos de la Universidad de Oxford que rebuscan en archivos del siglo XVI han descubierto la probable fuente de inspiración de la trágica heroína de Shakespeare.
El doctor Steven Gunn, historiador de esa institución, está a cargo de un equipo de académicos que revisa recuentos de todas las muertes accidentales ocurridas en Inglaterra en aquel siglo. Entre ellos está un informe del fallecimiento, ocurrido en 1569, de una niña de dos años y medio llamada Jane Shaxpere, quien cayó en el estanque de un molino cuando recogía caléndulas a unos 30 kilómetros de la casa de Shakespeare en Stratford-upon-Avon. Según el doctor Gunn, Shaxpere es una probable
fuente de inspiración para el bardo y fuerte contendiente
a haber servido de modelo para Ofelia.
“En la trama de sus obras Shakespeare procesaba los sucesos de su vida –comenta Gunn–. Y lo que ocurre en sus obras refleja también acontecimientos que su público podría reconocer. Mucha gente en ese tiempo sabía de personas que se ahogaron, y muchas debieron de ahogarse en formas similares a ésa.”
Hasta ahora, la fuente de inspiración más conocida para Ofelia era Katherine Hamlet, una joven que cayó al río Avon en 1579, cuando Shakespeare tenía 16 años.
Aunque una pesquisa concluyó que Katherine murió porque perdió el equilibrio al llevar a cuestas unas cubetas pesadas, se lanzó una investigación porque muchos pobladores creyeron que se había suicidado luego de una ruptura amorosa. Ahora, Gunn cree que Katherine tiene una competidora en Jane.
“Hay Shakespeares hacia el norte de Stratford, de donde provenía el padre de William, y Jane vivía a unos 15 kilómetros de allí –agregó–. Me parece probable que estuvieran emparentados. Hasta ahora nadie ha ligado a una chica que recogiera flores en la vida real con Ofelia, quien también murió recogiendo flores.
En aquellos días morir al recoger flores era más común de lo que uno esperaría, porque muchas mujeres participaban en la colecta industrial de flores para fabricar tintes. En este caso, sin embargo, es probable que la niña lo hiciera sólo porque le parecieron bellas. Es una historia contendiente muy plausible.
De los 9 mil informes de fiscales del siglo XVI que se conservan referentes a muertes accidentales, la mitad se relaciona con ahogamiento. Las mujeres arriesgaban la vida para recoger cubos de agua. “Ir por agua sigue siendo una parte muy laboriosa de la vida en el tercer mundo –continuó el doctor Gunn–. Creemos que el agua entubada nos evita contraer cólera, pero también es buena porque evita que las personas caigan a ríos de aguas turbulentas o estanques traicioneros. En los registros, es interesante que mujeres y hombres se ahogan por diferentes razones. Muchos hombres se ahogan, por ejemplo, por meterse a nadar en un río luego de un día de arduo trabajo.”
La investigación, parte de un proyecto a cuatro años, es financiada por el Consejo de Investigación Económica y Social del Reino Unido. Algunos de los más extraños informes de fiscales que se han descubierto se refieren a personas que murieron cuando orinaban en una cisterna o tratando de arreglar un arco.
Aun si Jane Shaxpere no era parienta del dramaturgo, el eco de sus nombres bien podría haber causado que el relato se le quedara en la mente
, comentó la doctora Emma Smith, catedrática de lengua inglesa en Oxford.
“Nos sirve para recordar –añadió– que si bien las obras de Shakespeare abrevan en fuentes literarias reconocidas, también se basan a menudo en chismes, asuntos mundanos y en el detalle doméstico de la vida cotidiana. Resulta interesante pensar que en Ofelia se combinan antecedentes clásicos y renacentistas con la tragedia local de una niña que se ahogó.”
Foto: Ofelia, 1852, óleo de John Everett Millais que se exhibe en la la Galería Tate de Londres