WELLINGTON, 4 septiembre 2011 (AP).- Happy Feet, el pingüino emperador que perdió el sentido de la orientación y terminó en Nueva Zelanda, a 3 mil kilómetros de su hogar en la Antártida, fue devuelto hoy al océano.
El pingüino fue deslizado por un tobogán especial en la popa de un barco pesquero de investigación seis días después de partir de Wellington, donde fue tratado en el zoo tras ser hallado desorientado y desnutrido en una playa de una isla del norte en junio.
El ave marina fue liberada cerca de la isla Campbell, donde el océano tiene 285 metros de profundidad, informó el barco Tangaroa en un comunicado.
"Happy Feet necesitó un suave empujoncito para abandonar la seguridad que le ofrecía la jaula que fue su hogar durante seis días", dijo la veterinaria Lisa Argilla. "El pingüino se deslizó hacia atrás, pero una vez que entró en contacto con el agua se sumergió enseguida lejos del barco".
El animal, de tres años, lleva consigo un rastreador por satélite y un microchip para que así sus fans en todo el mundo puedan seguirlo en los próximos meses en las webs www.wellingtonzoo.co.nz, www.sirtrack.com y www.ourfarsouth.org
Fotografías: Agencias