ASUNCIÓN, 8 septiembre 2011 (AFP).- Miles de feligreses católicos, devotos de la Virgen Natividad de María, vieron llover y se abalanzaron sobre billetes caídos del campanario de la Iglesia, arrojados por medio centenar de personas que demostraron de esa forma su agradecimiento "por los favores recibidos".
"Esta práctica es antigua pero cada vez más peligrosa, pero todavía no lo puedo detener", dijo a la AFP el sacerdote Marcos Schultz, párroco de Natividad de María, en medio del bullicio, avalanchas y apretujones de centenares de niños en la disputa por un billete de valor equivalente a 0,35 euros (medio dólar).
"Nuestra Iglesia es muy antigua y temo que con tanta gente alrededor se pueda derrumbar", manifestó.
El sacerdote encargó la venida de médicos, enfermeras y ambulancias para atender a los golpeados y contusos.
Unas 10.000 personas -los organizadores estimaron en 20.000- se congregaron alrededor de la Iglesia de Guarambaré, distante a unos 30 kilómetros al sureste, para celebrar de esa forma la fiesta patronal, donde la codicia, la fuerza y la viveza de los niños se manifestaron en toda su dimensión.
Los jóvenes y adultos no participan del reparto de dinero. Sin embargo, todos se fijaban en sus hijos y nietos y protagonizaban una que otra escaramuza por efecto de la pelea de los menores.
Una mujer, Feliciana Fariña, arrojó el equivalente a unos 142 euros (200 dólares) para alimentar el jolgorio popular, que duró unas dos horas. "Esto hago porque me fue bien el año. La Virgen escuchó mis ruegos", manifestó la devota.
El caso más llamativo fue el de un anciano de 99 años que subió dificultósamente hasta el campanario, asistido por sus familiares, para lanzar por los aires un fajo de billetes. "Es mi agradecimiento a la Virgen por haberme ayudado a vivir tantos años". "Le tiro más plata porque quiero vivir más", dijo entusiasta, contagiado por el bullicio de unos 3.000 menores que aguardaban con expectación cada lanzamiento.
Al finalizar la 'lluvia de billetes', los devotos de la Virgen saltaron y bailaron a los sones de una banda de músicos.
"Nuestra Iglesia es muy antigua y temo que con tanta gente alrededor se pueda derrumbar", manifestó.
El sacerdote encargó la venida de médicos, enfermeras y ambulancias para atender a los golpeados y contusos.
Unas 10.000 personas -los organizadores estimaron en 20.000- se congregaron alrededor de la Iglesia de Guarambaré, distante a unos 30 kilómetros al sureste, para celebrar de esa forma la fiesta patronal, donde la codicia, la fuerza y la viveza de los niños se manifestaron en toda su dimensión.
Los jóvenes y adultos no participan del reparto de dinero. Sin embargo, todos se fijaban en sus hijos y nietos y protagonizaban una que otra escaramuza por efecto de la pelea de los menores.
Una mujer, Feliciana Fariña, arrojó el equivalente a unos 142 euros (200 dólares) para alimentar el jolgorio popular, que duró unas dos horas. "Esto hago porque me fue bien el año. La Virgen escuchó mis ruegos", manifestó la devota.
El caso más llamativo fue el de un anciano de 99 años que subió dificultósamente hasta el campanario, asistido por sus familiares, para lanzar por los aires un fajo de billetes. "Es mi agradecimiento a la Virgen por haberme ayudado a vivir tantos años". "Le tiro más plata porque quiero vivir más", dijo entusiasta, contagiado por el bullicio de unos 3.000 menores que aguardaban con expectación cada lanzamiento.
Al finalizar la 'lluvia de billetes', los devotos de la Virgen saltaron y bailaron a los sones de una banda de músicos.
Foto: Superiores - EFE/Andrés Cristaldo / Inferior - El soldado paraguayo veterano de la Guerra del Chaco contra Bolivia (1932-1935) Domingo Medina muestra un fajo de billetes antes de lanzarlo desde el campanario de la iglesia de Guarambaré, a unos 30 kilómetros de Asunción, en gratitud a la Virgen María (AFP).