El juego se reanudaba a las tres de la madrugada el último acto de la mesa final del Campeonato del Mundo de poker. Estaba previsto que fuera un duelo a tres bandas, pero Ben Lamb no estuvo el tiempo suficiente en la mesa como para considerarlo así.
En la primera mano de la noche, el shortstack Martin Staszko resubía desde la ciega grande una mano que abrió Lamb en la ciega pequeña. Lamb puso all-in al checo, que igualaba con 77. Lamb enseñó KJ y perdió casi todo su stack.
Tres manos más tarde, el propio Staszko lo eliminaba con JJ cuando Lamb intentaba robar las ciegas con Q6. Quedaban por tanto un alemán y un checo.
Por segunda vez en la historia del torneo no había un representante estadunidense en el heads-up final. En la anterior ocasión también fueron finalistas dos europeos, en 2008, yPeter Eastgate, danés, derrotaba al ruso Ivan Demidov.
El heads-up duró unas seis horas y, a lo largo de ese periodo de tiempo, el liderato cambió de manos numerosas veces.
El alemán, contrariamente a lo que su superioridad en fichas podía hacer suponer, desplegó un juego muy agresivo, que le permitía recopilar fichas hasta que el checo encontraba mano.
Pero esa táctica también tuvo su parte mala: el alemán no sabía frenar su ímpetu y despilfarraba lo que tan duramente había recogido antes.
Tal fue así, que Staszko llegó a ponerse dos veces con una ventaja de 3 a 1. La primera vez no supo tomar la iniciativa y la segunda, con las ciegas más altas, lo intentó pero no supo y el alemán consiguió salir del paso.
La mano clave se desató en un flop KT7 con dos tréboles que, como ocurrió durante gran parte de la noche, el alemán apostaba con iniciativa. Staszko resubía con Q9s, que le daba proyectos de escalera y color, y el alemán iba all-in con AQ intentando forzar al checo a tirarse.
Staszko igualaba y ni el turn ni el river completaron sus proyectos. Con una ventaja de 4 a 1,Heinz sí que supo presionar a Staszko y al final éste tuvo que poner su torneo en peligro robando con T7s.
Heinz tenía AK y una decisión fácil y ahí se acababa todo. El joven estudiante de psicología, de tan solo 22 años, ya había cumplido el sueño de su vida.