BEIJING, 23 enero 2012 (AP) — Millones de chinos, coreanos y vietnamitas de toda Asia recibieron el Año Nuevo Lunar, el Año del Dragón, con fuegos artificiales, banquetes y reuniones familiares.
De Beijing a Bangkok y de Seúl a Singapur, la gente confía en tener mejor suerte en el nuevo año, que comenzó el lunes, visitando templos u quemando incienso, prendiendo petardos y viendo en las calles cómo las comparsas bailan disfrazadas de león y de dragón.
Para muchos, el Nuevo Año Lunar es la mayor reunión familiar del año.
Antiguamente, el dragón fue un símbolo reservado al emperador de China y es considerado un signo extremadamente beneficioso y prometedor.
Alrededor de 200.000 residentes locales y turistas visitaron los parques de Beijing el lunes, el primer día del Año Nuevo Lunar chino, y en el que tradicionalmente se lleva a cabo una serie de celebraciones con motivo del inicio de la Fiesta de Primavera, informó la administración de parques de la capital.
Virtualmente todos los parques de la ciudad, pero en especial los más famosos, como el Templo del Cielo, el Palacio de Verano y el Parque Beihai, dieron inicio ayer a múltiples actividades de celebración para dar la bienvenida al año del dragón, dijo Chen Zhiqiang, portavoz del Centro de Administración Municipal de Parques de Beijing.
En el Templo del Cielo, por ejemplo, 320 actores catacterizados con trajes de la época realizaron una representación de la ceremonia en la que el emperador rendía culto al cielo en tiempos de la dinastía Qing (1644-1911).
En la ceremonia, que duró una hora, miles de visitantes pudieron admirar cómo avanzaba el desfile hacia el altar imperial, donde el "emperador" celebró un ritual para pedir a los dioses paz y una buena cosecha para el año que inicia.
En el Palacio de Verano, el antiguo jardin imperial, fue instalada una feria tradicional con "stands" similares a las construcciones de las épocas pasadas, en las que se venden antigüedades y pasabocas que hoy en día sólo se consiguen en temporadas festivas como esta.
El Año Nuevo chino, regido por el calendario lunar, es la festividad más importante para los chinos, en la que se celebran reuniones y comidas familiares, espectáculos de fuegos artificiales y visitas a los templos.
Para garantizar la seguridad de las celebraciones, la policía de Beijing ha desplegado siete helicópteros y 910.000 vigilantes, con el fin de prevenir incendios y estampidas.