LONDRES, 25 septiembre 2012 (BBC).- Los hombres castrados que vivieron hace siglos en Corea tenían vidas mucho más largas que el resto de la población masculina.
Esto revela que las hormonas masculinas son responsables de que los hombres vivan menos que las mujeres, dicen los científicos.
Investigadores de las universidades de Inha y de Corea, en Corea del Sur, llevaron a cabo un análisis de los registros genealógicos de las familias nobles de la corte imperial de la dinastía Chosun, la última y más larga que reinó el país, de 1392 a 1910.
El estudio, publicado en Current Biology, encontró que los individuos castrados vivieron en promedio 19 años más que los no castrados de la misma clase social.
E incluso, dicen los investigadores, su longevidad superó a los de los miembros de la familia real, lo que muestra el papel que juegan las hormonas masculinas, como la testosterona, en el acortamiento de la vida.
La castración antes de la pubertad evitaba que los niños se convirtieran en hombres.
Tal como explica el doctor Cheol-Koo Lee, uno de los autores del estudio, los niños enucos de Corea solían perder sus órganos reproductores en accidentes, a menudo por mordeduras de perros, o eran sometidos a la castración intencionalmente para que lograran tener acceso al palacio.
Se les permitía casarse y, como no podían tener familia, tenían permitido adoptar a niños castrados y niñas "normales".
"Los registros dicen que los enucos compartían algunas características con las mujeres. No tenían pelo facial, y tenían senos grandes, cadera ancha y una voz de tono agudo", explica el doctor Lee.
En muchas culturas los enucos tenían papeles importantes, por ejemplo, como castrati, las superestrellas cantantes de ópera.
En Corea, durante la dinastía Chosun, se les usaba como guardias en las puertas del palacio o para el manejo de comida.
Ellos eran los únicos hombres que no pertenecían a la familia real a quienes se les permitía pasar la noche en el palacio.
Investigadores de las universidades de Inha y de Corea, en Corea del Sur, llevaron a cabo un análisis de los registros genealógicos de las familias nobles de la corte imperial de la dinastía Chosun, la última y más larga que reinó el país, de 1392 a 1910.
El estudio, publicado en Current Biology, encontró que los individuos castrados vivieron en promedio 19 años más que los no castrados de la misma clase social.
E incluso, dicen los investigadores, su longevidad superó a los de los miembros de la familia real, lo que muestra el papel que juegan las hormonas masculinas, como la testosterona, en el acortamiento de la vida.
La castración antes de la pubertad evitaba que los niños se convirtieran en hombres.
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Se les permitía casarse y, como no podían tener familia, tenían permitido adoptar a niños castrados y niñas "normales".
"Los registros dicen que los enucos compartían algunas características con las mujeres. No tenían pelo facial, y tenían senos grandes, cadera ancha y una voz de tono agudo", explica el doctor Lee.
En muchas culturas los enucos tenían papeles importantes, por ejemplo, como castrati, las superestrellas cantantes de ópera.
En Corea, durante la dinastía Chosun, se les usaba como guardias en las puertas del palacio o para el manejo de comida.
Ellos eran los únicos hombres que no pertenecían a la familia real a quienes se les permitía pasar la noche en el palacio.
Longevidad
Según el doctor Lee, durante esa época la gente llevaba registros detallados para dejar constancia de que pertenecían a las clases nobles.
Eunucos chinos, finales siglo XIX (Agencias) |
Entre los 81 enucos estudiados, cuyas familias vivieron entre 1556 y 1861, el promedio de vida fue de 70 años.
Y tres de ellos incluso llegaron a vivir 100 años o más -el mayor vivió 109 años-, lo cual es una "hazaña de longevidad" y algo que aún hoy es todavía raro en los países desarrollados, dice el científico.
Comparado con esto, los hombres que pertenecían a otras familias de las clases nobles morían a principios de sus 50 años.
Y los varones de la familia real vivían en promedio hasta los 45 años.
Según los investigadores, no se tienen registros de las mujeres de esa época por lo cual es imposible comparar la longevidad femenina.
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"Sin embargo, exceptuando a unos pocos enucos, la mayoría vivieron fuera del palacio y pasaban tiempo entre de éste sólo cuando tenían que trabajar".
Pero más bien -dice el científico- los datos muestran "evidencia convincente de que las hormonas sexuales masculinas reducen la longevidad masculina".
Hormonas dañinas
Se sabe que en muchas sociedades humanas las mujeres viven más que los hombres. Las teorías, sin embargo, no han podido comprobarse con experimentos y ha sido imposible saber qué es lo que causa esta diferencia.
Fórmula de la testosterona (Flickr) |
Los investigadores afirman que las hormonas pueden debilitar el sistema inmune o dañar el corazón.
La castración evita la producción de esta hormona, lo cual protege al organismo de cualquier efecto perjudicial, lo que prolonga la vida.
"Es muy posible que una terapia de reducción de testosterona pueda extender la vida de un hombre", afirma el doctor Min.
"Sin embargo, necesitamos considerar los efectos secundarios, principalmente la reducción del impulso sexual en los hombres".
Por su parte, el doctor David Clancy, de la Universidad de Lancaster en Reino Unido, afirma que "los resultados son persuasivos pero ciertamente no son concluyentes".
Según el experto, también se debe tomar en cuenta el estilo de vida de estos individuos.
"Los enucos, en este caso, fueron criados por enucos generación tras generación y las diferencias en el estilo de vida quizás se reforzaron así".
"Otros estudios que comparan a cantantes castrati con no castrados no han mostrado diferencias en la longevidad".
"Los cantantes no castratos vivían en promedio 65 años y ambos grupos vivían vidas bastante mimadas", dice el científico.