EDIMBURGO, 25 septiembre 2012 (BBC).- Más del 90% de lo que se produce en una destilería de whisky no es la codiciada bebida alcohólica color ámbar. Son residuos, como cáscaras de grano o cervezas ricas en proteínas, que generalmente se destinan a la fabricación de fertilizantes o pienso para el ganado.
Pero una destilería tradicional escocesa ha resuelto innovar en el procesamiento de estos desechos, de la mano de un equipo de la Universidad de Napier de Edimburgo, que los transformará en combustible para autos.
El acuerdo es una primicia. La destilería independiente Tullibardine, ubicada en Perthshire, se ha unido con una pequeña empresa surgida a partir de investigaciones del centro de estudios, que usará microorganismos para generar butanol.
Algunas bacterias, identificadas por los especialistas del Centro de Investigaciones en Biocombustibles de la Universidad de Napier, se hacen un festín con las sobras de las primeras etapas de la destilación.
Esos residuos tienen un alto contenido de azúcar y constituyen una materia prima ideal para generar alternativas a la gasolina.
Usos innovadores
La empresa surgida de la Universidad de Napier, Celtic Renewables (CR, por sus siglas en inglés), ha firmado un contrato con Tullibardine para aplicar el proceso nde fermentación a miles de toneladas de residuos que se generan en la destilería.
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"Este proyecto demuestra que el uso innovador de tecnologías existentes puede valerse de recursos que tenemos en frente a nuestras narices para beneficiar tanto al medio ambiente como a la economía".
Relación ventajosa
Para la destilería, que estos desechos sean aprovechados equivale a quitarse un peso de encima. Cada año gastan unos US$400.000 para deshacerse de los residuos.
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"A nosotros nos ahorra un costo y lo convierte en algo con ventajas sociales y comerciales".
El proyecto conjunto recibe el respaldo de las autoridades escocesas a través del programa "Escocia, Cero Desperdicio" (Zero Waist Scotland).
CR planea la apertura de una planta procesadora, con el objetivo de desarrollar una industria que podría reportar unos US$100 millones anuales.
Fotos: Agencias