Pese a la gravedad de la situación, la Casa Blanca trata deesconder los datos de investigación sobre la actividad sísmica en la zona. Según publicó el portal Intellihub, citando fuentes anónimas, Washington ordenó al Servicio Geológico de EE.UU. que persiguiera cualquier filtración de información sobre el volcán.
Sin embargo los geólogos afirman que hay abundantes pruebas del peligro que se avecina de forma inminente. Los especialistas indican que el gas helio-4 ha abierto brechas en la superficie y está evaporándose, por lo que el nivel del suelo del parque se ha elevado considerablemente. Además, en 2014 un total de 1.900 sismos sacudieron la zona.
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