LONDRES, 25 agosto 2008 (The Sun).- En estado de shock se quedo Alex Firestone, cuando busco en Google el nombre de una de sus escritoras favoritas Sandee McCann y apareció la glamurosa foto de una mujer que ha había dado por muerta hace siete años: su madre.
A pesar de los años, reconoció su rostro anguloso. Su nariz aún tiene una cicatriz en la fosa nasal izquierda, secuelas de un piercing.
Antes de desaparecer, "Sandee" era sólo una simple ama, típica de Lake Worth, Florida, se llamaba Sandra Gebert, era esposa de John Gebert, y madre de seis hijos.
Cuando Sandra Gebert cumplió 42 años, agobiada por la rutina del trabajo doméstico, la crianza de sus hijos y un matrimonio al borde del fracaso total, le informó a su familia que se iba "de vacaciones" y nunca más regresó. Corría el año 2001.
Al parecer, la mujer habría viajado a Inglaterra con la intención de convertirse en novelista. Allí, conoció a Michael McCann, que residía en Coventry, y se convirtió en su esposa. Esta información se encuentra en la página de internet de la celebre escritora.
La hermana mayor Alex, desde la desaparición de su madre ha sido el soten de la familia y pago un precio muy caro por el abandono de su madre.
"Mi hermano menor, Christian, dejó de hablar. Los especialistas dicen que es su manera de hacer frente al trauma de perder a su madre. Pero él no ha mejorado con los años y fue declarado autista"
La presión de ser responsable de cinco niños resultó tan grande que Alex dejó de estudiar para dedicarse a sus hermanos. Ella ahora es ama de casa de tiempo completo, mientras su papá sale a trbajar para conseguir el gasto familiar.
Alex perdió así su adolescencia y su capacidad de desarrollarse como una muchacha normal de su edad. Aun no se ha puesto en contacto con su madre, con la cual no desea tener una relación, pero exige una explicación.
"Sabiendo que mamá estaba viva y no le importo el dolor causado a sus hijos, pnos pudo haber ayudado, nos pudo haber llevado a vivir con ella. Constantemente me preguntaba por que nos torturaba de esta manera"
Alex asegura que "no odia" a su madre, pero que le será difícil volver a decirle "te quiero", luego de que nunca revelara a su público que tenía otra vida antes de la literatura.
Por su parte, la autora de novelas romáticas, consultada por , dijo no estar "interesada en hablar de asuntos familiares".