martes, 30 de diciembre de 2008

La cocaína provoca un "subidón" a las abejas

SÍDNEY, 29 dic (Reuters) - Un científico australiano está proporcionando cocaína a las abejas para estudiar cómo reacciona su cerebro a la droga, y tal vez hallar un modo de frenar su adicción en los humanos.

El estudio ha encontrado semejanzas entre las abejas y los humanos, como el hecho de que ambos se mueven por recompensas y ven su juicio alterado por la cocaína.


"Ésta es la primera vez que se ha demostrado que la cocaína ha sido una recompensa para un insecto", aseguró a Reuters Andrew Barron, coautor del informe publicado este mes en el Journal of Experimental Biology.

Como parte de un proyecto conjunto entre la Universidad Macquarie de Australia, la Universidad Nacional de Australia y la de Illinois, Barren aplicó diminutas dosis de cocaína en las espaldas de las abejas antes de enviarlas a buscar comida.

Normalmente, cuando las abejas regresan de recolectar polen realizan una "danza" para comunicar dónde han encontrado la comida y lo buena que es.

Las abejas bajo los efectos de la cocaína, según el estudio, se movían con mucho más entusiasmo que las otras y parecían experimentar los mismos placeres adictivos que los humanos.

Barron explicó que la cocaína cambiaba la estimación de las abejas sobre lo provechoso que había sido su viaje.

"Lo que descubrimos es que las abejas responden a la cocaína de formas muy similares a las de los humanos, de modo que la cocaína cambia la forma en la que las abejas evalúan", dijo.
El experto espera identificar los caminos neuronales a los que se dirige la cocaína en las abejas para saber más sobre los mecanismos implicados en la adicción humana y para descubrir si la droga tiene un efecto tan devastador en la sociedad de las abejas como en la humana.

"Si pudiéramos hacer eso, posiblemente podríamos desarrollar nuevos tratamientos para prevenir o tratar la adicción", dijo, añadiendo que las abejas empleadas en el experimento no sufrían daños.