LOS ÁNGELES, 6 marzo 2009 (AP).- Una semana sin decir palabrotas en el condado de Los Angeles, el de mayor población en Estados Unidos, podría crear un enorme silencio entre sus 10 millones de habitantes, desde el desierto de Mojave hasta el océano Pacífico.
La idea fue propuesta por McKay Hatch, de 15 años, quien comenzó su campaña para limpiar el ambiente de palabrotas en un club de su escuela secundaria de Pasadena. Ahora la idea llegó al condado de Los Angeles y está por convertirse en un hecho.
El martes, cuando se reúna la junta de gobierno del condado de Los Angeles, el supervisor Michael Antonovich hará una proclama que establezca la primera semana de marzo como "Semana sin Palabrotas".
Cuando su Club sin Palabrotas se reúne los miércoles en South Pasadena High School no es raro que algún estudiante que no pertenece al club, les abra la puerta y lance una serie de groserías. También ha sido objeto de hostigamiento por grupos que defienden las palabrotas.
La declaración de Antonovich no impondrá sanciones, "pero será un recordatorio para todos nosotros, no sólo para los jóvenes, a que sean respetuosos entre sí y midan sus palabras", comentó el vocero del supervisor Tony Bell.
No es la primera vez que un condado adopta esa medida. South Pasadena, donde vive Hatch, estableció una semana sin palabrotas en marzo del año pasado. Hace dos años una escuela secundaria en Canadá amenazó con suspender a los groseros crónicos.
"El próximo año me gustaría que California tuviera una semana sin decir groserías. Y quién sabe, a lo mejor en todo el mundo", destacó el estudiante de 10° año, que cree que si la gente se trata con respeto podrían trabajar juntos para resolver problemas mayores.