miércoles, 28 de abril de 2010

Parejas de sangre en Japón

TOKYO, 28 abril 2010 (BBC).- En muchas partes del mundo las personas no suelen pensar demasiado en su tipo sanguíneo, a menos que hayan tenido una operación o un accidente que necesitara de una transfusión.
Pero en Japón, si alguien es tipo A, B, O o AB es un tema diario de conversación.
Existe una creencia generalizada de que el tipo sanguíneo determina la personalidad, con implicaciones en la vida, el trabajo y hasta en el amor.
Es sábado por la noche y en un pequeño establecimiento de un callejón de Tokio se está celebrando una sesión de citas rápidas, conocida por su nombre en inglés speed dating.
Hombres y mujeres se sientan frente a frente con nerviosismo en las mesas con la esperanza de encontrar a ese alguien especial.
La habitación está pintada de rojo y blanco y el personal se muestra optimista y entusiasta, pero las conversaciones son más bien artificiales.
Las parejas sólo cuentan con unos minutos para llamar la atención al otro antes de que suene una campana que indica que tienen que moverse al siguiente soltero.
Es una técnica que se repite en ciudades de todo el mundo, pero este speed dating en Japón tiene algo particular. Es para mujeres que quieren conocer a hombres con el grupo sanguíneo tipo A o AB.
Una chica comenta que decidió reducir su búsqueda de un novio después de una mala experiencia con un hombre tipo B.
"Si lo piensas ahora, parece trivial", señala. "Pero no podía evitar enojarme con su desorganización".
"Realmente me gustaría alguien del grupo sanguíneo A", agrega su amiga. "Mi búsqueda es de alguien con los pies en la tierra, algo así".
"Burahara"
El interés en el tipo de sangre es común en todo Japón, particularmente en las combinaciones que son mejores para el romance.
Existen revistas para mujeres que ofrecen artículos al respecto, lo que también ha impulsado la publicación de libros best-sellers de autoayuda.
La sabiduría popular indica que los tipo A son dependientes y sacrificados, al mismo tiempo que son reservados y propensos a preocuparse.
Los decisivos y seguros suelen ser para las personas con tipo O.
Mientras que los AB son equilibrados, clarividentes y lógicos, aunque también son exigentes y distantes.
La oveja negra de los grupos sanguíneos parece ser el B, extravagantes de pensamiento libre, pero egoístas.
"Durante la entrevista de mi primer trabajo me preguntaron por mi tipo de sangre", dice un hombre de grupo B, quien se quiso identificar con el nombre de Kouichi.
"El gesto de sorpresa estaba en mi cara. ¿Por qué? Al parecer la presidenta de la compañía estaba realmente interesada en el tema. Obviamente tuvo que tener una mala experiencia con una persona tipo B, pero de todas formas me dieron el trabajo", agregó.
Aunque Kouichi aclaró que más tarde salió el asunto del grupo sanguíneo.
"La presidenta era el tipo de personas que no podía tomar y en una fiesta de la compañía se emborrachó y mandó a casa a todos los que éramos sangre tipo B. '¡Eres un tipo B!', me dijo. '¡Fuera de aquí!'".
Existe un término para este tipo de comportamientos en Japón: burahara. Traducido al castellano vendría a ser acoso de grupo sanguíneo.
La preocupación por la sangre data de las teorías de la eugenesia que se esparcieron durante el período entre las dos guerras mundiales.
Un estudio comparó la sangre de los taiwaneses, que se rebelaron contra el colonialismo japonés, con los de la isla Ainu, al norte de Japón, cuyos habitantes son famosos por ser pacíficos.
Limpiado de su tono racial, la idea resurgió en los años 70.

Desacreditado
En la actualidad, encasillar a las personas por su grupo sanguíneo es aquí tan común como lo son los horóscopos en el llamado mundo occidental, con un olorcillo a ciencia -un tanto dudoso- que le da más credibilidad.
Algunas empresas organizan equipos de trabajo por el tipo de sangre a fin de asegurar la armonía en la oficina.
Mientras que es común que en una primera cita o reunión surja la pregunta: "¿cuál es tu tipo de sangre?"
"Este asunto particular de los tipos de sangre es una forma inteligente de decirle a la gente lo que piensas sobre ellos indirectamente", explica Jeff Kingston, profesor de Estudios Asiáticos de la Universidad Temple en Japón.
"Aquí a la gente no le gusta la confrontación y ser abiertos sobre lo que piensan. Así que si te puedes esconder detrás de los tipos de sangre puedes decirle a alguien lo que opinas de forma indirecta".
Científicos desacreditan con regularidad -pero sin éxito- la teoría del grupo sanguíneo. Algunos creen que esta reticencia a desechar tal teoría tiene que ver con una sociedad ampliamente homogénea que la utiliza como marco para dividir a las personas en grupos fácilmente reconocibles.
El último primer ministro, Taro Aso, incluso utilizó el hecho de que era tipo A en su perfil de internet.
Si esperaba que publicar un grupo sanguíneo popular le daría un impulso en las encuestas, seguro se decepcionó.
Cuando se celebró la elección, perdió su cargo.