HARARE, 6 julio 2010 (AP) — Luego de pasar un ciclo de 45 minutos en la lavadora, la figura de George Washington que aparece en los billetes de un dólar sale mucho más limpia. Es la versión zimbabuense del lavado de dinero.
En Africa, los billetes estadounidenses de baja denominación cambian de manos hasta que se deshacen. En los barrios miserables son llevados usualmente entre la ropa interior y los zapatos.
Algunos billetes se han vuelto demasiado malolientes, así que los zimbabuenses los colocan en lavadoras y los cuelgan junto a sábanas y otras prendas.
Es la mejor solución — aparte de guantes de goma o toallas desinfectantes — en un continente donde el dólar ha sido desde hace tiempo la moneda de más circulación y donde la vida de un billete excede por mucho lo que prescribe la Reserva Federal (el banco central estadounidense).
El año pasado, el gobierno de Zimbabue oficialmente declaró al dólar estadounidense como moneda legal en el país para erradicar una inflación récord de miles de millones de puntos porcentuales del dólar zimbabuense al desplomarse la economía.
La banca central estadounidense destruye unas 7.000 toneladas de billetes gastados cada año. Dice que el dólar promedio en Estados Unidos circula unos 20 meses. En Africa puede pasar en circulación muchos años más.
Los billetes de denominaciones mayores que circulan a través de bancos y el comercio formal de exportaciones e importaciones están menos dañados y sucios.
Sin embargo, para los pobres en Africa, los billetes de 1, 2, 5 y 10 dólares son los más buscados. Los billetes sucios de un dólar pueden seguir en circulación en mercados rurales, estaciones de autobuses y bares casi por tiempo indefinido, o al menos hasta que finalmente se desintegren.
Aún así, los bancos y la mayoría de los negocios en Zimbabue no aceptan billetes rasgados, pegados con cinta adhesiva, ni pintarrajeados, quemados, excepcionalmente sucios o dañados de otra forma.
Los zimbabuenses dicen que la mejor manera de rehabilitar los billetes estadounidenses es lavarlos suavemente a mano en agua tibia, pero en una lavandería en el este de Harare, un lavado a máquina no deja daños visibles al papel moneda. Los residentes dicen que el lavado en seco no es recomendable, pues le quita algo de color a los famosos "billetes verdes".
Algunos billetes se han vuelto demasiado malolientes, así que los zimbabuenses los colocan en lavadoras y los cuelgan junto a sábanas y otras prendas.
Es la mejor solución — aparte de guantes de goma o toallas desinfectantes — en un continente donde el dólar ha sido desde hace tiempo la moneda de más circulación y donde la vida de un billete excede por mucho lo que prescribe la Reserva Federal (el banco central estadounidense).
El año pasado, el gobierno de Zimbabue oficialmente declaró al dólar estadounidense como moneda legal en el país para erradicar una inflación récord de miles de millones de puntos porcentuales del dólar zimbabuense al desplomarse la economía.
La banca central estadounidense destruye unas 7.000 toneladas de billetes gastados cada año. Dice que el dólar promedio en Estados Unidos circula unos 20 meses. En Africa puede pasar en circulación muchos años más.
Los billetes de denominaciones mayores que circulan a través de bancos y el comercio formal de exportaciones e importaciones están menos dañados y sucios.
Sin embargo, para los pobres en Africa, los billetes de 1, 2, 5 y 10 dólares son los más buscados. Los billetes sucios de un dólar pueden seguir en circulación en mercados rurales, estaciones de autobuses y bares casi por tiempo indefinido, o al menos hasta que finalmente se desintegren.
Aún así, los bancos y la mayoría de los negocios en Zimbabue no aceptan billetes rasgados, pegados con cinta adhesiva, ni pintarrajeados, quemados, excepcionalmente sucios o dañados de otra forma.
Los zimbabuenses dicen que la mejor manera de rehabilitar los billetes estadounidenses es lavarlos suavemente a mano en agua tibia, pero en una lavandería en el este de Harare, un lavado a máquina no deja daños visibles al papel moneda. Los residentes dicen que el lavado en seco no es recomendable, pues le quita algo de color a los famosos "billetes verdes".
FOTOGRAFÍA: Alex Mupondi cuelga billetes de un dólar en un tendedero tras lavarlos en Harare, Zimbabwe, el martes, 6 de julio del 2010. Zimbabuenses que usan la moneda estadunidense desde que sus propios billetes hiperinflacionatrios fyueron avbandonados el año pasado dicen que lavar los dólares da buenos resultados. (AP/Tsvangirayi Mukwazhi)
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