lunes, 13 de septiembre de 2010

Cómo evitar que te caiga un rayo...

MADRID, 13 septiembre 2010 (ABC).- Las tormentas nos pueden sorprender cuando menos lo esperamos. Y podemos estar en casa, en aparente seguridad, o en una situación tan complicada como en la cima de una montaña. Vamos con los consejos sobre lo que hay que hacer, y sobre todo, lo que no hay que hacer, ante una tormenta que se nos echa encima. Es la segunda parte del post para entender los rayos.

Recordemos la norma general. La descarga eléctrica va a caer en el sitio que menos resistencia oponga, así pues, tenemos que "ponérselo difícil", no destacar sobre otras superficies, hacer que "no se fije" en nosotros. Entremos en detalles y vamos a hacerlo según en sitio en donde nos encontremos.

En casa

Pudiera parecer que estar en casa es lo más seguro que hay ante una tormenta, y quizá es cierto...salvo por algunos detalles que tenemos que tener en cuenta. Cuando una tormenta se desencadena encima nuestro y estamos bajo techo, la precaución principal es cerrar las ventanas y cualquier elemento que provoque corrientes de aire. Los rayos son muy amigos de esas corrientes, y muchas veces las siguen. Se han dado casos de rayos que entran por una ventana y salen por otra, y en esa fugaz visita que hacen por dentro de la casa es mejor que no nos encuentren delante. Nos atravesaría.

Por supuesto, subirse al ático o a la parte más alta del edificio no es buena idea, ni asomarse a las ventanas o salir a la terraza. También precaución con cualquier objeto metálico, como grifos o antenas. Y mejor desconectar los aparatos eléctricos. Incluso el teléfono puede ser la vía de entrada de ese indeseable visitante. La descarga puede aprovechar todas esas redes de cable y acero para llegar muy profundo en un edificio. Así pues, cerrar todo bien y sentarse tranquilamente en un sillón con un libro y tranquilizarse. Ahí estamos a salvo.

En la ciudad

Otro sitio relativamente seguro. Las ciudades están llenas de pararrayos, y la altura de los edificios es un seguro de vida. La mayoría de los rayos escogerán un sitio alto y estaremos a salvo. Sin embargo, son muy caprichosos. Plazas abiertas y calles amplias ya no son tan seguras, sobre todo si "llamamos la atención" de la descarga con objetos metálicos: relojes, móviles, pulseras y cadenas, paraguas metálicos, etc. Si la cosa se pone complicada, buscar refugio dentro de un portal, o mejor un bar, es lo mejor. Con un café o una cervecita la espera a que escampe se hará más agradable.


En el campo o un pueblo pequeño

El campo es un lugar más complicado. Normalmente por que no hay edificios tan altos y, de esa forma, empezamos a tener más papeletas. Sobresalimos más que la media y el rayo se fijará más en nosotros. Si hemos ido a una excursión en coche o autobús, lo mejor será meternos en los vehículos, y cerrar las ventanillas. Los coches cerrados son un seguro de vida, y no por el aislante de las ruedas, como mucha gente piensa, sino por el llamado efecto "jaula de Faraday", que hace que la electricidad "se derrame" por las superficies metálicas exteriores (recordad los más técnicos, escribo para que me entienda mi madre) y no afecte al interior. Si cae un rayo en el coche podremos darnos el susto de nuestra vida, desde luego, pero en todo caso moriremos de ese susto, no de la descarga. No se si es consuelo...

Cuidado también con los animales, alejaos de ovejas, vacas, caballos, etc. Su pelo y su mayor altura son atrayentes naturales. Por supuesto, no os metáis debajo de un árbol ni al lado de rocas grandes, y evitad a toda costa las torretas eléctricas. Recordad, tenéis que pasar desapercibidos.

Si la tormenta nos alcanza en un sitio despoblado buscad refugio rápidamente en alguna cueva, en su interior, no en la entrada, y si estamos en campo abierto, sin nada a nuestro alrededor y observamos que nuestros cabellos se erizan y notamos esa electricidad estática, la postura fetal, tumbado en el suelo tras habernos desprendido de todos los objetos metálicos es nuestra mejor opción. Si llegamos a esta tesitura realmente grave, un Padrenuestro los más creyentes o la promesa de dejar de fumar o ir al gimnasio los menos, también puede ayudar...