MOSCÚ, 13 septiembre 2010 (NOVOSTI).- Una nueva expedición formada por científicos y periodistas, cuya misión es buscar a los esquivos hombres de las nieves, partirá a finales de septiembre desde la ciudad de Kémerovo (sur de Siberia) y se dirigirá al Macizo de Altái. Así lo informaron las autoridades de la Provincia de Kémerovo.
En febrero de 2009 corrieron rumores según los cuales en un territorio despoblado a unos 500 kilómetros de la ciudad de Kémerovo, en la zona montañosa Górnaya Shoria, cerca de una gran cueva recién descubierta, los cazadores locales divisaron a algunos antropoides peludos de entre 1,5 y 2 metros de altura. Incluso se han hecho públicas varias fotos de la cueva con una presunta huella de un “yeti”.
Los especialistas rusos de la publicidad opinaron en ese entonces que fue no más que una patraña difundida para atraer a los turistas a la zona. En efecto, en el verano de 2009 las agencias de viajes de la zona empezaron a vender excursiones “a la cueva del hombre de las nieves”.
Mientras tanto, las opiniones de los científicos son contradictorias. El jefe del departamento de antropología del Instituto de Etnología y Antropología de la Academia Rusa de las Ciencias informó a RIA Novosti que la probabilidad de que los yetis existan es insignificante; no ha habido ningún caso en que antropólogos lo hayan encontrado y estudiado.
Al mismo tiempo, el historiador Igor Búrtsev, uno de los expertos en este tema en Rusia, afirma que no es nada de extraordinario que los hombres de las nieves se hayan aparecido recientemente cerca de Kémerovo pues esa zona es su “cuna”. Sin embargo, en sus dos expediciones a la región, Búrtsev no ha logrado ver con sus propios ojos a la misteriosa criatura.
La administración local también informa que en el verano de 2010, estudiantes de arqueología lograron grabar en Górnaya Shoria las maniobras de un objeto volador no identificado que luego se escondió detrás de unas nubes. Las autoridades de la provincia no descartan la posibilidad de que los yetis tengan un origen extraterrestre.
Los hombres de las nieves son una criatura legendaria que presuntamente habita en las regiones alpinas de la Tierra. Según una de las hipótesis, es un homínido relicto, es decir, mamífero que pertenece al orden de los Primates y al género del hombre y que se conservó hasta nuestros días desde los tiempos de nuestros antepasados. Según se cree, es más robusto que un hombre, tienen las manos alargadas, el cuello corto, su cuerpo está cubierto de pelo, camina en dos pies pero también es capaz de trepar por los árboles.
Su altura es de entre 1 y 2,5 metros, los más altos supuestamente viven en los Himalayas y en América del Norte (donde se le llama Pie Grande), mientras que en las islas de Indonesia y en África habitan individuos más pequeños. Según los antropólogos que han analizado dibujos, fotos y descripciones del yeti, la criatura parece un simio de la especie del Gigantophitecus que habitó en varias regiones de la Tierra hace medio millón de años. Según otra hipótesis, los hombres de las nieves detectados en varias regiones de la Tierra pertenecen a especies distintas de homínidos.
Los rumores sobre los yetis empezaron a circular en los medios de comunicación mundiales a principios de los 50. En 1954, los británicos enviaron la primera expedición en búsqueda de los misteriosos homínidos de los Himalayas. A pesar de que los integrantes de la expedición no lograron ver a los yetis, recolectaron una gran cantidad de materiales relacionados con ellos. Investigaciones también fueron llevadas a cabo en la Unión Soviética pero el enigma sigue sin estar resuelto.
Ya en el siglo XXI aparecen en la prensa numerosos informes sobre observaciones o “contactos” con el hombre de las nieves, pero, en su mayoría son nada más que falsedades. En Rusia, los entusiastas de vez en cuando logran localizar huellas e incluso “viviendas” primitivas de los yetis en varios lugares remotos de Siberia, así como en las provincias de San Petersburgo y de Múrmansk, en la península de Kola.
La Academia Rusa de las Ciencias mantiene una postura escéptica acerca del tema y no reconoce la existencia del misterioso "hombre de las nieves".
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