jueves, 2 de diciembre de 2010

Obligan a empleadas a usar brazalete rojo cuando estén en sus días

OSLO, 2 diciembre 2010 (El Universal).- El diario británico Daily Mail dio a conocer la historia de un empleador noruego y la controversia que generaron en la empresa algunas de las medidas disciplinarias que se adoptaron, al ser calificadas de "tiránicas" e "inhumanas".

La medida que desató mayor polémica, fue la que consistía en obligar a las empleadas a portar un brazalete rojo cuando tuvieran la regla, al argumentar que de esta forma se justificarían sus constantes idas al sanitario, las cuales al ser reiteradas, afectan directamente a la productividad de la empresa.
"Las mujeres se sienten humilladas por ser etiquetadas de esta manera", se puede leer en un comunicado elaborado por el sindicato de trabajadores.
El escrito de inmediato tuvo respuesta por parte del defensor del pueblo noruego, quien reprobó las medidas adoptadas:
"Son claras violaciones de la vida privada de las personas y un insulto a las personas afectadas".


Una empresa noruega obliga a sus empleadas con regla a usar una pulser roja

OSLO, 2 diciembre 2010 (ABC).- La obsesión de las compañías en Noruega por evitar que sus empleados pierdan tiempo levantándose al cuarto de baño, ha llevado a un empresario del país nórdico a obligar a sus empleadas a que se pongan un brazalete rojo cuando tengan la menstruación para justificar porqué utilizan tanto el servicio.
La sorprendente medida ha sido denunciada por un sindicato de trabajadores que se queja de las «tiránicas» reglas que regulan las visitas al baño en las empresas noruegas. En el informe se revela que un 66% de los empresarios controla mediante una tarjeta electrónica el tiempo que sus empleados están en el baño; que en una de cada tres compañías se han instalado cámaras en la entrada de los aseos; y que otras firmas obligan a firmar un «libro de visitas» del servicio.
Según informa «Daily Mail», el informe ha sido trasladado al defensor del pueblo noruego, Bjorn Erik Thon, quien ha denunciado que este tipo de medidad «son violaciones claras de la vida privada y un insulto a las personas afectadas».